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Listos, en sus marcas… ¡ya!

Santo Tomé se prepara para su gran Maratón Nacional de Lectura. Tendrá lugar desde el 1º de octubre, pero ya se conocen otros puntos del país que se sumarán. En 2009 participaron 3.158.887 lectores.

Una taza de café humeante, la luz de un velador encendida o bien el ruido del trayecto de un transporte público suelen ser algunos de los elementos de la escenografía de la lectura. Esa posesión de cientos de páginas impresas, algunas amarillentas con marcas en sus esquinas y otras de tinta fresca, revelan cientos de ideas, narraciones y transportan al lector a cada uno de esos espacios, aunque en el afuera la vida sea otra, aunque el viaje en colectivo o trole sea tan rutinario como aburrido o bullicioso. Ese hábito ha sido amenazado en los últimos años con el auge de las tecnologías, la llamada televisión basura y la rapidez con la que se vive a diario, tanta que apenas se leen algunos titulares por internet. Pero la lectura seguirá latente y busca captar a más apasionados, peinen canas o apenas sepan atarse los cordones de sus zapatillas. Bajo el lema “Nuestros valores, costumbres y tradiciones; historias para leer y escribir entre todos” (mensaje que se vincula con el pasado, presente y futuro de la Nación), el ya tradicional Maratón Nacional de Lectura que propicia Fundación Leer –propuesta dedicada a fomentar y compartir el hábito de la lectura en los establecimientos educativos de toda la geografía argentina– volverá a realizarse este año desde el 1º de octubre, en su octava edición. Un evento apto para todas las edades.

Una de las localidades sumadas a este proyecto es la santafesina de Santo Tomé, y ayer se dio a conocer la gran noticia por el diario El Litoral.

Esta vez, como lo subrayan los organizadores de la misma, ese maratón de lectura “se vestirá de celeste y blanco”, dada la motivación especial que implican los festejos por los 200 años de la Revolución de Mayo. Atento a ello, Fundación Leer ha denominado a la edición 2010 como “Maratón Nacional de Lectura Bicentenario”, apoyada en argumentos que inspiran la búsqueda, el descubrimiento y la defensa de nuestros orígenes y raíces.

Justamente, para esta edición, las consignas establecidas no sólo serán las que hacen a la esencia del maratón (como profundizar los vínculos entre las familias y las instituciones que reúnen niños y jóvenes a partir de las actividades literarias, por ejemplo), sino que habrá otras más acordes con el sentir patrio, como ser: promover el desarrollo de actividades de lectura que vinculen la literatura con la historia de nuestro país; recobrar, a partir de la lectura y la narración oral, las tradiciones y las historias de los grupos que forman parte del pueblo argentino; favorecer el contacto de niños, jóvenes y adultos con diferentes tipos de textos que abordan temas que hacen a la identidad de los argentinos.

Así, incluso, lo reflejan reflexiones como las siguientes, que pertenecen al autor Ricardo Rojas y que Fundación Leer recomienda tener presentes antes y durante el desarrollo del maratón: “La tradición es la memoria colectiva de un pueblo y como tal llega a ser fundamento precioso de la nacionalidad; ella contiene lo que cada generación transmite a la siguiente, de donde le viene su nombre, pero ella no es sólo el pasado, según suele creerse, sino la razón del presente y la fuente del porvenir”.

Se supo que jardines de infantes, escuelas primarias y de enseñanza media de Santo Tomé se sumarán a la propuesta a través de la cual se propicia la recuperación del hábito de la lectura en todo el país.

La duración de la participación en este evento puede reducirse a 90 minutos (como mínimo) o a una jornada escolar completa; sugiriéndose que, al menos, cada participante lea un libro, pudiendo inscribirse lectores de todas las edades, con el único requisito de estar vinculados –directa o indirectamente– con la entidad anotada.

Apenas unos días atrás en el país ya se habían inscripto 2.003.416 chicos y 148.357 adultos, representantes de 7.152 instituciones. Es más, se espera superar ampliamente la cifra de lectores del año pasado: 3.158.887 personas. De pasar esa marca, se logrará comunicar “juntos, a la sociedad, la importancia que tiene la lectura para el futuro de los niños”, según expresaron desde la Fundación Leer.

Porque la lectura es una vía que conduce al placer infinito del conocimiento, de la dispersión, del participar una y mil veces de cientos de historias inimaginables, este maratón tiene como objetivo, precisamente, llevar a cada lector a “otros mundos posibles”. Por tal motivo, los organizadores de esta justa nacional remarcan que “es una ocasión ideal para descubrir que pueden emprenderse actividades donde no es necesario embarcarse para competir, batir récords o perseguir algún resultado”, sino “para formar parte de un verdadero encuentro con los libros y las imágenes, los amigos, las familias, los maestros y la comunidad”.

“Es un festejo de la lectura en todo el país; una apuesta al crecimiento, al diálogo entre jóvenes y adultos, así como entre las comunidades y las culturas; es un fortalecimiento del saber… y por sobre todo, es un desafío por cambiar aquello que puede ser mejor”, resaltan también. Para finalizar, recomiendan ideas para crear y sumar más libros disponibles el día del maratón, como parte de las llamadas acciones motivadoras, como ser: armar libros caseros con los más pequeños, con historias e ilustraciones creadas por ellos; convocar a jóvenes y adultos para escribir, junto con los chicos, situaciones de la vida en comunidad; armar libros basados en leyendas populares –mejor si son locales o regionales– y escribir cuentos basados en algunos hechos históricos o relatos familiares.

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