“Estoy muy feliz de ir a Rosario”, dice Liuba María Hevia anunciando su primer desembarco en la ciudad, y explica por qué: “Soy una enamorada de la Trova Rosarina, desde hace años tengo tremenda ilusión de ir”. Es que esta cantautora cubana de gran predicamento en su país, miembro del movimiento de la Nueva Trova desde 1982 junto a Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, nunca pisó suelo rosarino y lo hará esta noche, a partir de las 22, en el marco de una fiesta cubana que se realizará en el Distrito Siete (Ovidio Lagos 790).
Considerada una de las representantes más importantes de la cultura cubana contemporánea, Hevia realiza una gira sudamericana titulada Tantas vidas. Se trata de un repaso por su extensa trayectoria, que incluye 13 discos.
“He vivido tantas vidas que no sé explicar cuánto espacio se transforma cuando miro atrás, he cruzado con la muerte más de una señal, no le temo a su implacable flecha universal”. Las primeras líneas del tema “Tantas vidas” explican por qué la gira lleva ese nombre. “Es un espectáculo en el que pretendo hacer un recorrido por mi carrera a partir de los discos que hemos grabado, buscando los temas más emblemáticos”, adelanta.
La canción libre, la guajira, el son, la habanera y el danzón son los soportes elegidos para sus bellas canciones, “un paisaje un tanto variado”, como define. “Es la música que escuché de niña. A diferencia de otros colegas a los que les gusta marcar más la canción libre o el son, a mi me gusta ponerme en distintos lugares. La canción se va comprometiendo con géneros que he escuchado siempre y que me gustan”, explica, y adelanta que estará acompañada por “el gran músico Arnulfo José Guerra, que va a tocar varios instrumentos como el tres que es muy cubano, la guitarra solista y el bajo”.
De la mano de Tantas vidas, la trovadora viene a hablar del tiempo, ése con el que se enfrenta cuando mira hacia atrás. “Uno mira las cosas que van pasando de una manera diferente en la medida que el tiempo va pasando. La variedad de géneros, las temáticas. La idea es combinarlas y hacer una noche muy especial mostrando lo cubano, las costumbres, los ritmos, y dejando un espacio para algunas versiones que a mí siempre me gusta hacer, que sería la parte sorpresiva que no me gusta contar”, aclara entre risas.
“Uno siempre tiene la sensación de que ha hecho poco aunque ha hecho mucho”, piensa en voz alta y reflexiona: “Te das cuenta que el tiempo pasa a una velocidad vertiginosa y por eso hay que aprovecharlo tanto”.
Para finalizar, Hevia aseguró, centrándose en lo artístico, estar feliz con la reciente apertura cubana. “Todo lo que sea combinación de pueblos, de cultura, es siempre fabuloso y bien recibido. Es importante que se conozca lo que hacen los jóvenes en Cuba, que es maravilloso, así como también que llegue lo que se está haciendo en otros sitios y no sólo lo más conocido del mercado”.