Damián no salía de su asombro en la mañana de este jueves frente a la veterinaria y venta de artículos para mascotas que tiene en San Luis al 600. Durante la madrugada, le rompieron un candado, le hicieron estallar el vidrio blindex del frente y le robaron dos notebooks y el dinero con la recaudación de la jornada previa que estaba en la caja del negocio.
El dueño del comercio se enteró de esta segunda arremetida contra su local por los llamados telefónicos y mensajes por whatsapp de los vecinos, durante la madrugada. La portera de un edificio de la cuadra le dijo que a las 7 había visto la reja retorcida y los daños del ingreso.
En el lugar, quedaron las herramientas de los ladrones: un cortafierro y una llave graduable con la que Damián estimó que forzaron el candado de la reja, que quedó, arrancada, sobre la vereda.
El comerciante recordó que es el segundo robo que sufre. El anterior, hace unos tres años, dijo, «la sacó barata»: apenas se llevaron dos cuchas para perros de las que tiene en venta. Ahora el perjuicio fue mayor.
Damián repitió lo que dicen afectados y vecinos por robos en toda la ciudad: que no hay, o es esporádica, presencia policial en la zona. Un arrebato por día y un asalto a negocio por semana, promedió los delitos en la zona. Agregó que por las noches la iluminación es más que pobre, y que siente temor cuando, de madrugada, tiene que acudir ante el llamado del dueño de una mascota para atenderla. Explicó que el panorama, en esos momentos, a oscuras y sin tránsito, es desolador.