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Llega “1917”, el film bélico nominado al Oscar que hay que ver en el cine

Se conocerá finalmente este jueves en los complejos locales la multipremiada película de Sam Mendes, que aspira a diez premios de la Academia de Hollywood, y cuenta una historia atípica que transcurre en las trincheras de la Primera Guerra Mundial

La nueva película de Sam Mendes, la multipremiada 1917, que cuenta con diez nominaciones al Oscar de la Academia de Hollywood cuyos ganadores se conocerán el próximo domingo 9 de febrero, se estrena finalmente este jueves en los complejos de cine locales cerrando de este modo una larga lista de films surgidos esencialmente en el contexto de la llamada temporada de premios.

La acción transcurre en la Primera Guerra Mundial y se trata de la historia de dos soldados que deben atravesar el frente para llevar un mensaje de suma importancia a un batallón, un recorrido que es retratado por dos planos secuencia que merecen ser vistos en una sala de cine por su grandilocuencia y perfección.

https://youtu.be/GGbXlNTOVHE

Lejos está el director británico, ganador de un Oscar por la recordada Belleza americana de creer que las plataformas streaming y la televisión no sirven para ver películas.

De hecho, en varias entrevistas ha dejado en claro que no sólo trabajaría en esos formatos, sino que varios de sus anteriores films hoy podrían haberse salteado la pantalla grande para ir directamente a los formatos hogareños.

Sin embargo, en el caso de 1917 el realizador de 007: Operación Skyfall pensó a la película desde su génesis para ser proyectada en salas de cine, siendo éste el primer guión que escribió en su extensa carrera cinematográfica, una compleja tarea que compartió con Krysty Wilson-Cairns.

Al mejor estilo Rescatando al Soldado Ryan, de Steven Spielberg, film que se estrenó mientras Mendes filmaba Belleza americana, un general llama a un soldado para exigirle una misión tan suicida como heroica: debe atravesar la Tierra de Nadie, ese territorio sin dominio de tropas, para entregar un mensaje urgente a un batallón que está por caer en una emboscada alemana.

Como condimento está que uno de los tenientes a ser emboscado es el hermano de uno de los dos combatientes encargados de llevar la esperada misiva.

Pese a la similitud que se puede encontrar con la referida película de Spielberg, que cuenta con memorables escenas de combate, 1917 se acerca más a la propuesta narrativa de la reciente Dunkerque, de Christopher Nolan, nominada al Oscar el año pasado, en la que el foco está puesto en la supervivencia y con una dirección orientada al agobio y al temor por lo que se pueda encontrar a la vuelta de cada esquina.

Estas sensaciones son firmemente apoyadas por los dos planos secuencia de una hora cada uno en los que está dividida la película, aunque el director reconoció que hay cortes casi imperceptibles, por lo que no pudo lograr lo que sí hizo el ruso Aleksander Sokurov en El Arca Rusa o el alemán Sebastián Schipper en Victoria.

Pese a ello, la decisión de Mendes, que se alzó hace algunas semanas con el Globo de Oro de la prensa extranjera acreditada en Hollywood al mejor director y a la mejor película, no deja de ser correcta y particular.

Por un lado, la película está contada en tiempo real, lo cual logra que la desesperación de los personajes trascienda la pantalla para que el espectador también la sienta y sea parte. Esa subjetividad hace que el público tome dimensión de lo que fue el rodaje y la aventura de los cabos Blake (Dean-Charles Chapman) y Schofield (George MacKay), asemejándose por momentos a las visuales de un videojuego.

El realizador contó que el trabajo más duro lo realizó en el set natural en la previa a la filmación. En esa etapa, debió medir el terreno y colocar banderines y postas para que tanto los actores como quienes manejaban la cámara y el sonido supieran cómo moverse.

Luego de eso, vino el armado de las trincheras y lo bunkers, locaciones que también tuvieron un tratamiento especial para el movimiento del equipo técnico.

El director contó además que el film está inspirado en una de las historias que su abuelo, un ex combatiente de la Primera Guerra Mundial, le contaba cuando era joven y en varias notas de prensa dijo que siempre supo que debía ser trasmitida a través suyo, en este caso, mediante una película.

Con una producción colosal y una historia atrapante, 1917 llega a las pantallas y a los Oscar como una fuerte competidora de otras grandes películas del año como las aclamadas Parásitos del surcoreano Bong Joon Ho, ganadora de la Palma de Oro en Cannes, y Guasón, film de Todd Phillps que se impuso en Venecia y que arrasó con la taquilla y con la crítica especializada en todo el planeta.

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