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Llega a la Argentina la Campaña para Detener a los Robots Asesinos

Se hará en Buenos Aires la segunda reunión global de la iniciativa que busca el desarme global de drones y otros dispositivos autónomos de destrucción. Advierten que el conocimiento disponible ya hace posible su desarrollo

Cómo detener el desarrollo de armas letales totalmente autónomas (Laws) o “robots asesinos” es el tema convocante de un encuentro internacional que se desarrollará la semana próxima en Buenos Aires, con la participación de Jody William, Nobel de la Paz 1997, y una programadora que renunció a su trabajo en Google por sospechar de los propósitos del proyecto de inteligencia artificial (IA) en el que estaba trabajando. Se trata de la segunda reunión global de la Campaña para Detener a los Robots Asesinos, una alianza de 82 ONG entre las que se cuentan Human Right Watch y Amnistía Internacional, que se realizará desde el miércoles y hasta el viernes en el Centro Cultural de la Ciencia.

“Llamamos a nuestros países a que lideren las negociaciones internacionales para la prohibición de los «killer robots» porque es completamente inaceptable que se delegue en una máquina la decisión de matar”, dijo la anfitriona del encuentro, María Pía Devoto, directora de APP (Asociación para Políticas Públicas) y Coordinadora de la Red de Seguridad Humana en Latinoamérica y el Caribe.

La campaña está promoviendo la creación de un convenio específico para impedir el desarrollo de Laws que todavía no existen, pero que “ya se podrían fabricar” con las “herramientas económicas y computacionales” disponibles, según la investigadora del Conicet Vanina Martínez

“Estamos impulsando una prohibición preventiva similar a la que existe desde 1995 para las armas láser cegadoras, que se entendió iban a causar un daño excesivo”, agregó la titular de APP, una de las organizaciones nacionales que integra la campaña.

Los robots asesinos son “sistemas de armas con capacidad de seleccionar y atacar objetivos sin un control humano significativo” y pueden no tener aspecto androide, dado que el software se puede implementar también en “un tanque, avión de caza o barco de guerra”.

Martínez aclaró que estos robots asesinos “no tiene nada que ver” con películas como <Terminator<.

“La premisa de la ciencia ficción es que las máquinas van a cobrar conciencia y actuar con sus propios objetivos, pero el problema no es ése –que nunca va a suceder–, sino que funcionarán con un software que no deja de ser hackeable, y sujeto a errores de programación que al ser transmitidos al arma producirán un desastre”, dijo esta doctora en ciencias de la computación.

“Algunos apocalípticos plantean que los soldados robots no sienten hambre, sueño ni dolor; pero tampoco tienen espacio para la compasión o capacidad para hacer un análisis contextual de una realidad compleja y cambiante”, advirtió Devoto

La campaña identifica como “precursores” a dispositivos como un robot fijo desarrollado por Corea del Sur que puede “identificar, rastrear y disparar a intrusos”; pero no al dron estadounidense que asesinó al general Qasem Soleimani, jefe de la fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán, ya que “hubo un operador humano, aunque haya estado a miles de kilómetros”, explicó.

Los peligros que plantean los killer robots son el traspaso de límites éticos y legales, pero también la reducción del umbral de inhibición para la guerra, el vacío de responsabilidad, la imprevisibilidad y el inicio de una nueva carrera armamentista.

La preocupación mundial se expresa en los pronunciamientos públicos de diferentes organismos y en la creación de un Grupo de Expertos Gubernamentales sobre Laws dentro de la Convención sobre Ciertas Armas Convencionales de la Organización de las Naciones Unidas, en el marco del cual 30 países se pronunciaron por la prohibición, entre ellos la Argentina.

“El despliegue de tales sistemas es factible en años, no décadas”, advirtieron expertos encabezados por Stephen Hawking en una carta pública divulgada en 2015 que hoy tiene más de 4.500 firmas.

“Y hay mucho en juego: las Laws se han descripto como la tercera revolución en la guerra, después de la pólvora y las armas nucleares”, anotaron.

Además pronosticaron que las armas “se convertirán en los Kalashnikov del mañana”, dado que “a diferencia de las armas nucleares, no requieren materias primas costosas o difíciles de obtener”. Y advirtieron que, una vez desarrolladas, “solo será cuestión de tiempo hasta que aparezcan en el mercado negro y en manos de terroristas, dictadores (…) o señores de la guerra que desean perpetrar la limpieza étnica”.

En un sentido parecido se expresaron dos años después más de 300 líderes del sector tecnológico, quienes urgieron a la ONU a “encontrar una forma de proteger” a la humanidad de “esta Caja de Pandora”.

“La IA es software y, como hay código libre disponible para que cualquiera lo utilice para lo que quiera, estos desarrollos se pueden hacer sin grandes inversiones”, explicó Martínez.

El encuentro de tres días en Buenos Aires es abierto e incluirá charlas debate, talleres y reuniones; así como una intervención pública en Plaza de Mayo con la participación de “la robota María”.

“No estamos en contra de que exista cierta autonomía en las armas pero que siempre se mantenga el control humano significativo en funciones críticas”, concluyó Devoto.

 

Invitadas especiales

Una especialista irlandesa que renunció a un codiciado puesto en Google en protesta por un proyecto para mejorar aviones militares no tripulados, una docente estadounidense que recibió el Nobel de la Paz por su labor para la Convención sobre la prohibición de minas antipersonales y una líder pacifista africana son las tres invitadas especiales a la reunión global para frenar a los robots asesinos que se desarrollará desde este miércoles 26 a las 10.30 en el  auditorio del Centro Cultural de la Ciencia –que depende del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación– en Godoy Cruz 2270, en el barrio porteño de Palermo.

La primera es Laura Nolan se graduó en Ciencias de la Computación e Ingeniería de Software de Trinity College y UCD en Dublín, pero dejó su puesto de ingeniera senior en Google en 2018, como protesta contra el Proyecto Maven, una iniciativa militar de los Estados Unidos para utilizar el aprendizaje automático para clasificar imágenes de video filmadas por drones de vigilancia.

Nolan integra el Comité Internacional para el Control de Armas Robóticas (ICRAC) y lidera la Campaña Stop Killer Robots en Irlanda.

La segunda es Jody Williams, quien recibió el premio Nobel por su trabajo que generó la Campaña internacional para prohibir las minas antipersonales e hizo posible el Tratado de Prohibición de Minas. Además, desde 2006, Williams se desempeña como presidenta fundadora de la Iniciativa Nobel de las Mujeres, que reúne a mujeres galardonadas con el Nobel de la Paz para trabajar por la justicia y la paz a nivel mundial.

La tercera es Sylvie Jacqueline Ndongmo, representante de la región de África de la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad, y presidenta de la sección de Camerún, además de miembro del Comité Directivo de la Unión Africana para el Fondo para las Mujeres.

Durante 22 años, Ndongmo organizó grupos de mujeres a través de las fronteras de África para encontrar nuevas soluciones a los crecientes desafíos de seguridad en el continente y trabajó para comprender cuáles son las causas de los conflictos. Se unió a la Campaña para Detener a los Robots Asesinos en 2018 y actualmente es la coordinadora de la campaña de África francófona.

Además hablarán la investigadora en el Instituto UBA-Conicet de Ciencias de la Computación Vanina Martínez y la directora de APP, María Pía Devoto.

 

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