Desde Nueva Zelanda ya adelantaron que Sudáfrica no participará del Rugby Championship. El pasado miércoles, Sanzaar le dio 48 horas extra a la Unión Sudafricana para resolver los últimos detalles y dar una respuesta por sí o por no. Las razones esgrimidas desde los Springboks son variadas y todas validas, pero detrás se esconde lo que podría significar la ruptura de Sanzaar: la pandemia ya hizo estragos en lo deportivo y provocó fuertes movimientos políticos. Rassie Erasmus, director de Rugby de la Saru, será este viernes el encargado de anunciar la respuesta.
“Sudáfrica se retirará del Rugby Championship para reducir a la mitad el número de partidos del torneo. Se espera que el organizador del torneo Sanzaar y los anfitriones de Rugby Australia confirmen la retirada de los campeones mundiales Springboks el viernes, lo que reducirá la competencia de un evento de 12 a seis pruebas y requerirá la necesidad de fines de semana de descanso”, comenzaba al artículo de New Zealand Herald, que habitualmente publica adelantos basados en sus buenas fuentes.
Por un lado, fuertes rumores se inclinan por la negativa, debido a la poca preparación del equipo y la desventaja ante Nueva Zelanda y Australia, que tuvieron competencia doméstica. Siya Kolisi y varios jugadores expresaron que se necesitan 400 minutos de juego para poder afrontar un torneo como el Championship.
Pero otro lado, está el factor económico: las arcas de la Saru necesitan que su principal fuente de ingresos genere recursos y en 2020 los Boks no jugaron. Y si no participa del Championship, no tendrán acción en toda la temporada.
Claro que en Sudáfrica la noticia no cayó para nada bien, y tanto Nueva Zelanda como Australia tomarán caminos individuales. Se puede perdonar lo de 2020 –por las restricciones para viajar-, pero tanto los kiwis como los aussies ya tomaron definiciones sobre su futuro, dejando de lado a las franquicias sudafricanas. El desplante oceánico fue un insulto para los sudafricanos, que son hoy por hoy un objetivo de deseo de muchos torneos, con la chapa de ser los últimos campeones mundiales.
Sudáfrica ya tuvo una muy buena experiencia con el Pro14, sobre todo con Cheetahs. Además, desde el Seis Naciones también hicieron lobby para sumar a los Boks a su certamen. Sudáfrica no necesita de Nueva Zelanda y Australia: puede elegir donde competir con sus franquicias y seleccionado y más hoy ostentando Copa Webb Ellis.
De bajarse del Rugby Championship 2020, sus tres socios deberán reordenarse, ya que no es el mismo torneo sin los Springoks. Seguro se renegociaran los contratos de televisión, porque además se bajará de 12 a 6 encuentros.
Pero el mayor problema es que en un futuro inmediato y después de estas diferencias, teniendo a Sudáfrica seducida por Europa, el bloque del hemisferio Sur se podría romper. Y si a esta altura el rugby argentino estaba siendo el más perjudicado, con la salida de Sudáfrica al Viejo Continente Argentina quedará seriamente relegada.