La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, llegó este lunes a Rosario para recibir a un nuevo contingente de gendarmes que reforzará la presencia de la fuerza en Rosario. El recibimiento tuvo lugar en el destacamento de San Martín al 2800, donde la funcionaria nacional brindó una conferencia de prensa.
Además de Maximiliano Pullaro y la intendenta Mónica Fein, participan el secretario de Seguridad nacional Eugenio Burzaco; el titular de Unidad de Coordinación General, Gerardo Milman; el subsecretario de Políticas de Seguridad e Intervención Federal, Darío Oroquieta; y el jefe de la Gendarmería, Gerardo Otero, anunciaron voceros del acto.
Se estima que este lunes lleguen a Rosario un número cercano a 200 efectivos de Gendarmería, mientras que otro centenar tiene previsto arribar en junio, según se anunció desde Nación y Provincia, luego de muchas idas y vueltas.
El gobernador Miguel Lifschitz lo había confirmado el miércoles pasado a distintos medios de prensa: iba a llegar 300 efectivos de fuerzas federales destinados a abordar la problemática de la inseguridad en Rosario y la ciudad de Santa Fe. Las idas y vueltas sobre el cuarto desembarco federal en cuatro años llenaron páginas impresas y minutos de radio y televisión, justo cuando este verano la tasa de homicidios se disparó en el departamento Rosario, amenazando con alcanzar los índices récord de 2013.
Según voceros oficiales, el Ejecutivo provincial se hará cargo de los gastos de alojamiento y los viáticos de los nuevos uniformados. El desembarco se postergó hasta hoy, con el propósito de que Bullrich pueda anunciarlo públicamente.
En febrero, la funcionaria de Cambiemos había dicho que Nación iba a «saturar los barrios más violentos”, lo que desató críticas de un sector del oficialismo provincial. Más tarde precisó que el envío de más efectivos comenzaría por la ciudad de Santa Fe y que en el segundo trimestre sería el turno de Rosario. Desde el Ministerio de Seguridad provincial precisaron que el convenio es por tres meses y que se rubricó recién cuando se consiguieron los lugares de alojamiento adecuados.