Entre la emoción de Raquel, de 90 años, de regresar a su país y la tranquilidad de padres de resguardar a sus hijos «en tierra segura» fue como se vivió en la mañana del viernes el arribo de un nuevo contingente de argentinos repatriados de Israel luego del inicio de la guerra con Hamás durante el cuarto vuelo de Aerolíneas Argentinas del operativo «Regreso Seguro» que despliega el Gobierno nacional, con el que ya regresaron 1023 argentinos desde la zona de conflicto y otro centenar fue evacuado.
El Airbus 330-200, matrícula LV-GIF, partió de Roma a las 22.19 de ayer (hora local, 17.19 de la Argentina) bajo el número de vuelo AR1091 y aterrizó en el aeropuerto internacional de Ezeiza a las 7.30 de este viernes, donde esperaban, ansiosos, familiares y allegados de los 247 repatriados.
«Gracias a Dios, un poco de paz y tranquilidad el salir de ese infierno. No hay palabras para describir lo que vivimos allá, es un duelo constante», expresó, ya con cierto alivio al pisar suelo argentino, Marcelo, quien vive desde 1989 en Israel, donde nacieron sus cinco hijos.
Dos de ellos, los más grandes, quedaron en Israel. Uno porque integra el ejército israelí y su hermana «para poder acompañarlo cuando vuelva a casa, si Dios quiere que vuelva».
«Estoy dividido, mitad contento y mitad no por mis hijos que quedaron allá», aseguró a Télam el hombre, que junto a su familia se fue hacia el norte de Israel «escapando de los misiles», pero con el temor de que «en cualquier momento comience una invasión desde el Líbano».
«Mis hijos mayores fueron los que me convencieron de que salgamos (del país) para que sus hermanos más chicos estén tranquilos y sin bombas ni sirenas y todo ese desastre que está pasando», agregó Marcelo, mientras más pasajeros llegaban por un camino marcado por vallas.
«Después de 21 años (viviendo en Israel) tuvimos que salir rajando, como decimos los argentinos. Nos estaban bombardeando de todos lados, fue terrible», contó por su parte Raquel, animada pese a «todo lo vivido» a sus 90 años.
Asistida por personal del aeropuerto mientras aguardaba sus pertenencias, agradeció por el accionar del Estado argentino y todas las personas involucradas en los vuelos de repatriación, tanto de las fuerzas aéreas, las embajadas argentinas en Israel e Italia y el personal de Aerolíneas Argentinas.
«Estamos muy agradecidos con el pueblo argentino, especialmente», dijo Raquel, con la voz entrecortada, en compañía de su hija y su yerno.
Y continuó: «Soy argentina y cuando la situación en la Argentina no estaba bien tuvimos que migrar porque estábamos mal. Ahora volvemos y estoy feliz de estar acá».
Otro repatriado, Gastón, quien vive en Israel desde hace dos años, coincidió en la «alegría y la tranquilidad de volver» a la Argentina con su familia, luego de días «muy duros, de estar caminando en la calle y que de repente suenen las sirenas y haya que buscar un refugio urgente, en un minuto».
«Es muy duro para los chicos», aseguró acompañado de sus tres hijos.
Desde temprano, los esperaban con peluches y juguetes sus abuelos, que tan pronto como se vieron corrieron a fundirse en un abrazo familiar.
«Una de nuestras hijas quedó allá, en el ejército», lamentó Gastón, que continuó: «Pero tenemos tres hijos más y tratamos de priorizar su salud mental, estar más tranquilos y no estar pensando constantemente en el bombardeo».
En la espera de la llegada de su pareja, oriundo de Israel, la argentina Tali Akuka -repatriada el viernes pasado- destacó en diálogo con Télam «los vuelos humanitarios ante esta situación que es completamente inhumana».
«Hay que rescatar la tradición humanitaria de la Argentina que tiene de ir y rescatar a un montón de personas en riesgo de vida. El esfuerzo conjunto de la Nación para que nosotros estemos acá», expresó Tali, quien reiteró el pedido «por la paz» y la «liberación de los rehenes argentinos» que aún permanecen en Franja de Gaza.
«Es muy difícil de concebir lo que pasa allá, porque en la Argentina tenemos tradición de paz. No puede ser que en 2023 haya una guerra, que no podamos hablar con quien tenemos al lado«, apuntó.
Hasta la fecha el Gobierno nacional realizó cuatro vuelos especiales en aviones de la compañía de bandera. El primero repatrió a 246 personas, el segundo a 262 y el tercero a 229; y este último a 247, un total de 1023 compatriotas.
Mientras tanto, los aviones Hércules C-130 y Boeing 737 de la Fuerza Aérea Argentina continúan realizando puentes aéreos entre las ciudades de Tel Aviv y Roma para repatriar a quienes aún aguardan su turno.