El presidente de Bolivia, Evo Morales, abrió ayer la polémica en el marco de la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y la Madre Tierra cuando expresó que el consumo de alimentos transgénicos provoca la calvicie y que los pollos engordados con hormonas causan la homosexualidad. Al mismo tiempo, el anfitrión de la cumbre que se realiza en Tiquipaya (cercana a Cochabamba) volvió a afirmar que el sistema capitalista es la principal causa de destrucción planetaria.
En un discurso ameno, Evo relató “vivencias y experiencias” que lo convencieron de que el capitalismo debe desaparecer de la Tierra, por ser el principal y mayor culpable del desastre que afronta el planeta y que está llevando a la humanidad a la disyuntiva de “planeta o muerte”, “madre tierra o capitalismo”.
En esta oportunidad, las críticas de Morales a los excesos del capitalismo tuvieron blancos concretos, como los pollos de granjas industriales, las papas holandesas, los envases plásticos desechables y la bebida Coca-Cola.
Al narrar la historia de una niña con malformaciones genéticas, Evo afirmó: “El pollo que comemos está cargado de hormonas femeninas. Por eso, cuando los hombres comen esos pollos tienen desviaciones en su ser como hombres”.
Morales continuó con críticas a los alimentos transgénicos, a los que culpó por ser causantes de la calvicie. “La calvicie, que parece normal, es una enfermedad en Europa, casi todos son calvos. Y es por las cosas que comen. Mientras, en los pueblos indígenas no hay calvos, porque comemos otras cosas”, afirmó.
Más tarde, Evo cuestionó también las papas holandesas y a quienes las pelan para comerlas para “evitar así los químicos que se quedan en la cáscara”, dijo Morales, que señaló que la mayor parte de los bolivianos suelen comer con piel la diversidad de tubérculos locales (más de 700) para aprovechar los nutrientes.
Además, el gobernante lamentó el gran consumo de Coca-Cola y relató cómo un plomero que no pudo destapar una cañería con químicos optó por utilizar esta bebida como disolvente.
En contraparte, Morales insistió en la vuelta a formas de vida más naturales, en armonía con la madre tierra, y defendió una campaña mundial para desechar el uso de plásticos a favor, por ejemplo, de platos de cerámica y cubiertos de madera, así como el consumo de pollos “criollos”.