Mauro M., un joven de 24 años domiciliado en barrio Bella Vista y con algunos antecedentes penales, fue acusado ayer formalmente por dos tentativas de homicidio, dijeron voceros judiciales. Por un lado, le achacaron los tiros que llevaron al hospital a un niño de nueve años que quedó en medio de una balacera entre dos grupos en julio pasado y, por otro, una perdigonada que hirió de gravedad a un muchacho un mes después, ambos hechos en la misma zona. El juez Hernán Postma decidió sostener la figura imputada por la Fiscalía y dictaminó prisión preventiva por 60 días, dijeron las mismas fuentes.
Mauro M. fue detenido anteayer en Ituzaingó y Servando Bayo, a pocos metros de su casa, durante un operativo de saturación montado por efectivos del Comando Radioeléctrico y la comisaría 13ª. Ayer, fue sometido a audiencia imputativa en la que el fiscal Ademar Bianchini le endilgó dos homicidios en grado de tentativa.
En la madrugada del 24 de agosto pasado, a las 6.30, Sebastián L., de 24 años, fue atacado en Servando Bayo y Riobamba. Hasta allí fue una patrulla del Comando tras un llamado al 911, cuyo personal se entrevistó con Ramón L., de 49, quien dijo a los policías que su hijo acababa de ser agredido con un escopetazo por parte de un chico que corrió a esconderse en la villa cercana al lugar de la agresión, y que estaba junto con otro adolescente y un muchacho que, según informó, era mayor.
De acuerdo con la acusación, los uniformados detuvieron dentro de una vivienda de Pascual Rosas al 2300 a un chico de 14 años –por su edad, no punible– señalado como el tirador, luego de que su madre les franqueara el ingreso, y dejaron asentado haber secuestrado una escopeta tumbera que estaba escondida debajo de una cama.
Ayer, el fiscal Bianchini acusó a Mauro M. de haber participado de ese ataque, aunque según la defensa, a cargo de Rodrigo Mazzuchini, no había pruebas suficientes para endilgarle la autoría y no estaba claro hasta qué punto la acusación de intento de homicidio podía sostenerse, debido a que las heridas en abdomen no pusieron en riesgo la vida de la víctima. Según trascendió, el ataque se dio en el marco de una disputa entre dos clanes y el atacante tomó represalias porque le habían prendido fuego la vivienda.
En tanto, en la tarde del 23 de julio anterior una disputa a tiros entre dos bandos dejó a un niño de 9 años malherido en el mismo barrio, al recibir un disparo en el abdomen que no le afectó órgano vital alguno. El chico fue herido cerca de su vivienda de Cerrito al 4400 mientras iba en bicicleta a casa de su tía, ubicada en las cercanías. Según la información que trascendió aquel día, alguien disparó desde una moto y quien era el destinatario de los plomos hizo a su vez algunos tiros. Ayer la Fiscalía le atribuyó tentativa de homicidio y portación de arma de fuego a Mauro M., mientras que la defensa volvió a cuestionar las pruebas y criticó la figura penal elegida, ya que el disparo no afectó los órganos vitales de la víctima. Desde la Fiscalía dijeron que el intento de asesinato achacado fue en perjuicio del hombre al que iban dirigidas las balas además de las lesiones graves al niño. El juez avaló la imputación en ambos casos y dictó preventiva por 60 días.