Ayer el Centro Cultural Bernardino Rivadavia tomó otro color. Cambiaron los aires y las energías y se colmó de stands y personas que predicaban por el encuentro con uno mismo, el equilibrio entre la mente, el cuerpo y el espíritu, y el respeto a la naturaleza. En ese marco, en el que también hubo charlas gratuitas y encuentros experimentales, se llevó adelante la 4ª Expo Integrativa a lo largo de todo el sábado en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia. El evento, coordinado por Neuroalquimia y el Centro Andares, estuvo abierto a todo público con entrada libre y gratuita.
El objetivo principal del encuentro fue divulgar, promocionar, enseñar y ejemplificar lo que se ofrece en la ciudad y alrededores en materia de “bienestar integral”. Estuvieron presentes representantes de las principales disciplinas holísticas y empresas relacionadas, además de haber disertaciones gratuitas de profesionales en el área.
Decenas de stands colmaron el primer piso del Bernardino Rivadavia, desde los cuales no sólo se ofrecían al público diferentes productos, sino que además era posible interiorizarse acerca del tema en cuestión con los propios productores y/o instructores.
“Me interesa la vida sana, la naturaleza, conocer cosas que por ahí uno oye pero no está interiorizado. Abrir la cabeza. Yo nunca incursioné en el tema, pero pasé y me interesó. He visto de todo: cosas con imanes muy interesantes, cosas con aromas y unas cosas electrónicas que no entiendo mucho pero ahora voy a ver de qué trata”, contó Walter, una de las tantas personas que pasaron por el espacio. Para muchas personas como él la oferta de la exposición no sólo fue de lo más variada, sino también sumamente extraña.
Entre esas “cosas” a las que Walter se refería, los stands ofrecían e informaban acerca de estética, meditación, numerología, arteterapia, neuroalquimina, lecturas de aura, talleres para niños de la nueva era, potenciadores energéticos y biodanza, entre otros.
Sin embargo, entre el público también estaban los que ya son parte del mundo “alternativo”. Muchas personas se hacían regalos entre sí o iban en busca de algún producto específico. “Yo empecé a incursionar en lo alternativo a partir de una enfermedad. Desde el año 2008 me conecto con un grupo de España llamado Tiempo Simbólico Estelar del Yo en Retroalimentación y aparte participo de estas actividades. En un principio pensaba que esto era para ignorantes, hasta que vi la película «De dónde somos, de dónde venimos», en la que participan personas doctoradas o con maestrías. No es para gente ignorante solamente, yo estoy convencida de que realmente hay mucha conexión entre la mente, el cuerpo y el espíritu y en la salud”, testimonió Cristina, quien se había acercado con dos amigas.
“Me gusta el tema de los mandalas, y entonces vengo a aprender un poco más”, testimonió, por otro lado, Alejandra, una docente que dijo haber trabajado con estos dibujos en séptimo grado de la primaria.
“Me encanta también que una artista como Agó Páez Vilaró esté en Rosario, que pueda venir gratuitamente a explicar esto; siempre es mejor desde la oralidad que cuando uno lee”. En efecto, la invitada de lujo de la jornada fue la artista plástica hija del reconocido pintor, ceramista y muralista uruguayo, quien además es especialista en mandalas.
La exposición contó con el padrinazgo del músico, cantante, compositor y psicólogo Alberto Kusselman, quien desde hace más de 28 años se dedica a la terapia del canto, “ayudando a fluir libremente con la voz y a despertar cuando la persona está dormida de pensamientos repetidos”.
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