A finales de 2015, un ex convicto de 37 años que se ganaba la vida como carrero fue asesinado en la zona sudoeste por un grupo de agresores que le reclamaban datos sobre un tal Correntino por el robo de unos caballos. El crimen de Pedro Antonio Barboza ocurrió un domingo al mediodía, cuando el hombre y otros dos muchachos fueron engañados por otros cuatro carreros, quienes los llevaron a una casa de Garibaldi y Avellaneda con la promesa de regalarles una heladera. Pero al llegar fueron golpeados por el cuarteto, que develó sus verdaderas intenciones: saber dónde podían encontrar al Correntino. Tras conseguir la información, los liberaron haciéndolos correr por un descampado mientras les disparaban por detrás. Un plomo mató a Barboza. Por ese hecho, un joven que hoy tiene 28 años fue condenado a 12 años de prisión.
La pena recayó sobre Gustavo Ezequiel Veliz, un ayudante de albañil cuya defensa representada por José Ferrara acordó una pena con la fiscal Marisol Fabbro a 12 años de prisión por los delitos de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, privación ilegítima de la libertad, portación ilegítima de arma de fuego de uso civil, lesiones graves contra Roberto Omar A., y lesiones leves contra Ariel Alejandro E.
El acuerdo fue homologado en una audiencia realizada este martes ante un tribunal conformado por los jueces Gustavo Pérez de Urrechu (presidente) junto a Hebe Marcogliese y Silvia Castelli.
Antes de firmar el acuerdo, la fiscal recordó que el crimen fue perpetrado el 20 de diciembre de 2015 en la zona de Uriburu y Avellaneda, cuando el imputado junto a otros tres cómplices privaron de la libertad a Barboza y a otros dos muchachos dentro de una vivienda, donde los golpearon y torturaron con quemaduras durante dos horas, hasta obtener la ubicación del Correntino.
Luego, según leyó la fiscal Fabbro en la audiencia, el trío fue liberado. Pero cuando los hicieron correr por un descampado les efectuaron varios disparos por la espalda que le provocaron la muerte a Barboza y heridas a los otros dos.
La fiscal Fabbro basó su acusación en la declaración de los dos sobrevivientes y la de una joven allegada al Correntino, que fue quien señaló a los sospechosos. Ayer Veliz, uno de los sindicados, quien se encuentra detenido desde el 14 de marzo de 2017, firmó una condena a 12 años de cárcel.
