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Lo condenan a 17 años de cárcel por matar durante festejos futboleros

Un vecino de barrio Ludueña fue hallado culpable por el crimen de un sobrino suyo que a mediados de 2017 celebraba con burlas la victoria canalla de un clásico rosarino

A mediados de 2017, los resultados del clásico entre Rosario Central y Newell’s Old Boys provocaron contentos y descontentos en distintos puntos de la ciudad. En barrio Ludueña, un vecino de 44 años salió a celebrar los tres goles que marcaron la victoria canalla sin reparar en que sus burlas no iban a ser bien recibidas. Un balazo le quitó la vida poco después en un ataque en el que también resultó herida su hija. El agresor, un tío de la víctima con el que habían estado “gastándose” durante todo el partido, fue detenido, acusado y sometido a un juicio oral que determinó su responsabilidad en el violento desenlace motivado por la simpatía a distintos colores de camiseta. Le dieron 17 años de cárcel.

Así lo resolvió este miércoles un tribunal conformado por los jueces Román Lanzón, Patricia Bilotta y Facundo Becerra en el marco de un juicio oral y público realizado en el Centro de Justicia Penal de Rosario.

Además, los jueces ordenaron una multa de mil pesos a cargo del acusado, Walter Daniel Leiva, de 40 años, tras hallarlo culpable por el crimen de su sobrino Omar Alcides Verón, por el delito de homicidio agravado por uso de arma de fuego (de uso civil) en grado consumado y concurso real.

Por último, el tribunal absolvió por el beneficio de la duda al acusado de atentar contra la vida de la hija de la víctima, quien ese día resultó herida en el cuero cabelludo.

Es por eso que la pena impuesta –que aún no está firme ya que el acusado puede apelar– es mucho menor a la que había solicitado el fiscal Adrián Spelta, quien pretendía una condena a 25 años de prisión.

Burlas y tiros

Cerca de las 17.30 del 14 de mayo de 2017, las broncas y festejos se salieron de control en barrio Ludueña. En particular entre dos familias vecinas, simpatizantes de los dos equipos rosarinos, que se pasaron todo el partido haciéndose burlas y cargadas futboleras.

Según fuentes de la investigación, Verón, simpatizante canalla de 44 años, salió junto a su hija a festejar el triunfo a la vereda de su casa, ubicada en Solís al 300 bis.

Luego, dio la vuelta y pasó por pasaje Gandhi al 5800 donde fue herido de muerte, en el mismo ataque donde su hija resultó herida de bala en el cuero cabelludo. Ambos fueron trasladados al hospital Centenario donde el hombre falleció por una herida en el pulmón mientras que su hija recibió curaciones y quedó internada fuera de peligro.

Ese mismo día, su tío Leiva fue detenido junto a su hijo por el homicidio, aunque el joven recuperó la libertad de inmediato a raíz de testimonios que involucraban en el crimen sólo a su padre. Ambas familias vivían a escasos 30 metros de distancia.

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