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Lo condenan a perpetua por asesinar a golpes a su pareja y quemar su cuerpo en el norte provincial

Ana Benítez tenía 33 años cuando el acusado la invitó pasear la noche del viernes 17 de enero de 2020 en un Renault 9. A las horas, un testigo  vio un auto quemándose en un camino rural y al acercarse se encontró con el acusado que gritaba por la joven. Quedó preso y ahora recibió la pena máxima

Un hombre de 64 fue condenado a prisión perpetua como autor del femicidio de su pareja Ana Gabriela Benítez, cometido en 2020 cuando la mató a golpes en un auto que luego incendió en una zona rural y en cercanías del acceso principal a la localidad de Alejandra, del departamento San Javier.

La máxima pena fue impuesta a Carlos Ermindo Usprung por un tribunal integrado por los jueces Martín Gauna Chapero, Santiago Banegas y Gonzalo Basualdo en el marco de un juicio oral y público que había comenzado el jueves de la semana pasada y finalizó este viernes en los Tribunales de Reconquista.

El fiscal a cargo del caso fue Aldo Gerosa y en las sucesivas jornadas reconstruyó la violencia de género a la que era sometida la víctima, de 33 años y madre de dos nenas y dos varones. Así se conoció que Ana Benítez y el acusado fueron pareja por casi dos años hasta días antes de la navidad de 2019, cuando debió irse a la zona Rural cercana a Sunchales.

En ese tiempo de convivencia hubo reiterados episodios de violencia contra Ana como amenazas reiteradas a ella y a su hijo mayor, incluso con quemarla. Sin embargo, el violento la convenció para que regresara a Alejandra, para intentar retomar la relación. Fue en ese marco, que Usprung la contactó la noche del 17 de enero de 2020 con la excusa de que le tenía que devolver un celular. Cuando la tuvo enfrente, la invitó a pasear en su Renault 9 y la llevó al descampado donde luego la mataría.

En la acusación, Gerosa explicó que Usprung cometió el femicidio entre los primeros minutos y las 4 del sábado 18 de enero de ese año.  “Después de un corto viaje, el condenado estacionó el auto en un lugar oscuro y poco transitado, ubicado en inmediaciones del llamado camino a Pirulo Giménez y la ruta provincial 1, a dos kilómetros de distancia del acceso principal a Alejandra”, precisó para agregar que se presume que asesinó a su pareja a golpes, dejó el cuerpo dentro del vehículo que luego roció con dos bidones de nafta.

“Ocasionó un foco ígneo principal debajo del asiento del acompañante y otro secundario, entre la segunda fila de asientos y el lado derecho del sector del baúl, por lo que el cuerpo de la víctima se calcinó casi totalmente”, detalló.

Un testigo contó que pasó por el lugar a las 3.50 y no vio nada. Al rato regresó porque vio una llamarada y se encontró con Usprung. En el acta policial figuró que cuando llegaron uniformados y bomberos encontraron al sospechoso diciendo que su mujer estaba quemándose adentro del auto y que las llamas fueron producto de un desperfecto mecánico.

El fiscal señaló que “dada la muerte de Benítez y que Usprung no resultó herido en lo que él definió en un primer momento como un accidente, fueron interrogados familiares y allegados a la pareja, los cuales dieron cuenta del maltrato físico y psicológico que sufría la mujer”.

Asimismo, el funcionario del Ministerio Público de la Acusación (MPA) sostuvo que los pesquisas determinaron que «las prendas de vestir del imputado estaban impregnadas de combustible”.

Por otro lado, el representante de la Fiscalía destacó el trabajo de los especialistas en medicina forense que analizaron el cuerpo de la víctima. “Los profesionales que hicieron la autopsia detectaron hemorragias previas a la carbonización y patrones contundentes de que la mujer no respiró el humo del incendio”, remarcó.

“Por la cantidad y localización de las heridas que se identificaron en el cuerpo de Benítez, los médicos descartaron que hayan tenido causas naturales”, señaló el funcionario. “Estos datos fueron contrastados con gotas de sangre que quedaron en la ropa del condenado y el resultado llevó a presumir el ataque a golpes”, añadió.

Usprung quedó en prisión efectiva desde ese 18 de enero de 2020 y en una audiencia, Susana, una hermana de la víctima, le imploró al juez que no lo dejara en libertad. La mujer definió al ahora condenado como un tipo violento. «Mi hermana siempre le tuvo miedo y ahora más que nunca nosotros, la familia, tenemos miedo de él, no queremos que quede libre. Queremos justicia por ella, por lo que pasó, por los chicos más que nada. Los chicos estaban amenazados siempre, tiene dos nenas y dos nenes, todos menores de edad. Queremos que quede preso», sostuvo Susana.

Tras escuchar la sentencia de este viernes, el fiscal Gerosa manifestó que, si bien esperará los fundamentos, está satisfecho con la resolución y valoró que “Usprung fuera condenado a la pena que solicitó y por la calificación que le atribuyó, es decir como «autor de homicidio doblemente calificado (por el vínculo y por haber sido cometido por un hombre en contra de una mujer, mediando violencia de género -femicidio)».

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