Elías Pablo Nahuel Meza, de 20 años, murió de un disparo en la cabeza en marzo de 2018 en Villa Gobernador Gálvez. Iba con un amigo en moto cuando un solitario atacante lo esperó junto al cordón de la calle. Cuando pasó, le disparó una sola vez. El tiro impactó en la parte trasera de la cabeza de la víctima, el proyectil le salió por el ojo y le causó la muerte en el momento. El sospechoso fue identificado y un rato más tarde allegados a la víctima lo atacaron y le prendieron fuego la casa. La policía se enteró que un tal Pablo estaba internado con una herida en el hospital Gamen y fueron a corroborar si era la persona que buscaban. Al llegar, el agente que custodiaba el hospital tenía retenido al hermano del herido con un arma. La pericia balística determinó que fue el revolver homicida. Este martes, Pablo Martín Ortíz, de 33, aceptó su responsabilidad en el hecho y dio su consentimiento para un procedimiento abreviado. Lo condenaron a 14 años.
Eran las 4 de la madrugada del 16 de marzo de 2018. Elías Meza salió con un amigo en moto. Conducía por calle Temporelli de Villa Gobernador Gálvez y una cuadra antes de llegar a San Nicolás vieron a un hombre junto al cordón. Tenía un revólver en la mano, según relató el testigo ocular. La moto siguió la marcha y al llegar a la intersección, el hombre levantó el revólver y se escuchó un disparo. Ambos se cayeron de la moto.
El testigo contó que vio correr al agresor y a su amigo tendido en el piso, con un disparo en la cabeza que le afectó uno de sus ojos. Elías murió en el lugar. El muchacho atinó a avisarle a un familiar de la víctima que vive a la vuelta. Cuando llegó la Policía, se llevó al testigo a la comisaría. Allí el amigo de Elías vio ingresar a un muchacho y se dio cuenta que era hermano menor del agresor, a quien conocía de vista.
La detención
En la audiencia el fiscal Adrián Spelta explicó que el presunto autor del disparo llegó herido al hospital Gamen. Según la pesquisa, allegados a la víctima decidieron ir hasta la casa del sospechoso tras conocer la situación, circunstancia en la que resultó herido e incendiada su casa.
A través de la frecuencia policial se informó que una persona de nombre Pablo había ingresado al Gamen y personal del Comando Radioeléctrico se acercó al lugar para determinar si era la persona que buscaban. Al llegar se encontraron con otro uniformado que retenía a un joven, hermano del sospechoso, quien se retiraba con un arma calibre 38, similar a la utilizada en el crimen y lo llevaron a la comisaría.
Cuando Pablo Martín Ortiz se recuperó fue imputado por el crimen de Meza. La pericia balística determinó que el revólver calibre 38 fue el arma homicida y el sospechoso fue reconocido en una rueda de personas. Este martes su defensora Patricia Guzmán junto al fiscal Adrián Spelta presentaron un acuerdo abreviado por el hecho. El documento llegó con la firma del imputado, quien dio su consentimiento ante los jueces Melania Carrara, Hebe Marcogliese y Gonzalo López Quintana, los cuales admitieron y homologaron el acuerdo que derivó en la condena de Ortiz a la pena de 14 años de prisión.
