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Lo contrario de Pullaro: Kicillof dice que al narcomenudeo lo debe investigar la Justicia Federal

Si bien la justicia federal ya investiga los casos de organizaciones narcos, el gobernador busca que los casos de narcomenudeo y vinculados a delitos complejos -hoy a cargo de la justicia ordinaria- también sean investigados bajo esa órbita "para que haya coordinación"

El gobernador bonaerense Axel Kicillof se mostró este viernes a favor de que sea la Justicia federal la que investigue los delitos complejos, aquellos vinculados al narcotráfico y al narcomenudeo, al encabezar el acto por el 202° aniversario de la creación de la Policía en la Escuela Juan Vucetich.

«Necesitamos que el tratamiento de los delitos vinculados al narcotráfico, a los delitos complejos y al narcomenudeo se vuelvan a integrar», dijo y analizó que «es el ámbito federal el que debe hacerse cargo de algo tan complicado».

Así lo planteó el mandatario bonaerense en un acto en el que estuvo acompañado por el flamante ministro de Seguridad, Javier Alonso; por el rector del Instituto Juan Vucetich, Sergio Berni; por los ministros de Gobierno, Carlos Bianco; de Justicia, Juan Martín Mena; y de Trabajo, Walter Correa.

En ese marco, sostuvo que «una de las problemáticas más graves y preocupantes del planeta es el narcotráfico» y que en los cuatro años de su gestión «se iniciaron 98 mil causas» asociadas a ese delito, de las cuales «hay resultados en 9.200 y otras 82.600 están en espera».

«Hay que unificar los delitos de narcotráfico en la esfera federal. Vamos a trabajar con los instrumentos necesarios para que esto vuelva a ocurrir. De otra manera, no vamos a resolver este problema más allá de los esfuerzos del Ministerio de Justicia o de la policía, porque hay una separación en la cadena de investigación y en el tratamiento judicial de un delito que, al final, es el mismo: narcomenudeo y organizaciones internacionales», reflexionó Kicillof.

Es que si bien la justicia federal ya investiga los casos de organizaciones narcos, el gobernador pretende que los casos de narcomenudeo y vinculados a delitos complejos -hoy a cargo de la justicia ordinaria- también sean investigados bajo esa órbita «para que haya coordinación».

En el año 2005, el Poder Ejecutivo de la provincia de Buenos Aires impulsó la llamada «desfederalización» de los delitos de menor cuantía previstos en la ley 23.737 -que derivó en el dictado de ley 26.052-, cuyo eje central implicó una parcialización de la competencia para investigar y juzgar algunas de las conductas delictivas allí previstas.

A partir de la aprobación de esa norma, se determinó que la justicia federal continuara encargándose del narcotráfico, de las grandes bandas que funcionan en varias provincias, pero se agregó que los poderes judiciales locales se concentren en el narcomenudeo, es decir, en los delitos de drogas menores y que están restringidos a ese territorio.

Desde el Poder Ejecutivo se indicó que la idea es impulsar una reforma «para conectar la justicia federal y provincial y que no haya disociación en las investigaciones de delitos por droga».

En su discurso, Kicillof también destacó que, al asumir, recibió una fuerza policial «devastada en todo sentido: en equipamiento, en los salarios de los policías, en la cantidad de agentes», lo que «redundó en un deterioro del prestigio de la fuerza policial».

Así, puso de relieve que el exministro Berni «recibió una policía arrasada y la puso en marcha» porque se propusieron «una reconstrucción» de esa fuerza.

«La policía es un engranaje en el mecanismos para garantizar seguridad, paz y certidumbre para los vecinos. Invertimos en aquello que se había abandonado e iniciamos un camino de transformación para recuperar el prestigio, la eficacia, la confianza del pueblo después de tanto tiempo de abandono», destacó el gobernador.

Expuso que en el conurbano, se incorporaron «12 mil nuevos agentes con formación profunda y moderna, se generó una nueva forma de intervención en territorio, se formaron 16 bases de la UTOI con 8 mil efectivos preparados, capacitados, equipados y concientizados de cuál era el nuevo enfoque y la nueva tarea para abordar la inseguridad en los barrios más vulnerables».

Subrayó que «a partir de la instalación de la base de la fuerza barrial de aproximación, volvió la policía a caminar esos barrios y enfatizó que trabajará para que «la presencia del Estado se extienda por cada centímetro», al tiempo que mencionó que «para responder a la problemática del delito y la inseguridad en zonas agrícolas, se creó el cuerpo de la policía rural».

«La policía ya no actúa en la improvisación, sino que el principio que la guía es aquel que remite a sus mejores prácticas: la planificación integral, los planes de seguridad en cada distrito y la integración del accionar con otras fuerzas de seguridad», indicó el gobernador y planteó que «se hizo un trabajo histórico a partir de las inversiones necesarias y un cambio en la filosofía, en el modo de organización y de despliegue de la policía».

«Necesitamos una fuerza policial más profesional, eficaz y transparente, más prestigiosa, pero también más integrada con el pueblo, más humana, más cercana, más presente. Este gobierno seguirá peleando para que la policía siga avanzando y para darle una vida más feliz y con menos inseguridad al pueblo de la provincia», concluyó.