Parece una estrofa de una canción de Ricardo Arjona, pero por suerte no tiene nada que ver. Es la respuesta de una periodista española a un hombre que mientras ella estaba haciendo la transmisión en vivo, la acosó. Hace unos días salió una columna del Mundial de las Pibas donde se narraban las situaciones que sufren aquellas mujeres periodistas que están en Rusia cubriendo la Copa del Mundo.
Pero pareciera que es un problema de nunca acabar y las noticias de acoso continúan inundando las redes sociales y los portales web.
Suena feo decirlo de esta manera, pero ahora le tocó a María Gómez, periodista española. Sin embargo, no es la primera vez, hace unos días atrás, la española compartió en sus redes sociales una denuncia de lo que están viviendo las trabajadoras de prensa en Rusia, principalmente cuando se prende la cámara y están saliendo en vivo en los programas televisivos.
Pero, luego de la eliminación de España de la Copa del Mundo, Gómez estaba realizándole entrevistas a los simpatizantes españoles sobre la derrota, cuando uno de ellos, antes de dar su opinión empieza así su argumento: “Bueno, realmente, ¿cómo te llamas, guapa?”. A lo que Gómez contestó: “María, pero lo de guapa no hace falta. María, periodista”. Y los aplausos a esa respuesta llegaron desde las redes sociales. Y también desde esta columna.
Ver los comentarios de esos posteos es una misión imposible y mucho no ayuda a la indignación que generan este tipo de situaciones. La justificación que existe al abuso callejero es increíble, buscan sacarle importancia al hecho de que un hombre aparezca de repente y le dé un beso a una mujer sin su consentimiento. Y las justificaciones vienen de ambos lados, de hombres y también de mujeres.
Es insólito que las mujeres tengamos que pedir que no nos besen. No hace falta aclararlo. Son trabajadoras que están allí para cubrir el evento de fútbol más grande del mundo. No son floreros. “No estamos esperando besos que no pedimos”, como destacó Gómez. Son profesionales y lo único que están pidiendo es que se las respete.