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Lo demoran en control de rutina y tenía captura por sonado crimen de jubilado

Alan Federico N., un joven de 24 años sospechado de participar en el crimen del jubilado Héctor Albino Almaráz, asesinado en su casa de Demestri al 6000, fue detenido y será imputado este viernes

A Héctor Albino Almaraz, un pensionado de 70 años, lo mataron en su casa de la cuadra de Demestri al 6061 (en la zona de Rouillón y Seguí). La causa por el asesinato, que fue descrito por la fiscal como un “desprecio por la vida humana para cometer un delito contra la propiedad”, ya tiene dos personas con prisión preventiva a la espera del juicio: Blas Joel R. y Osvaldo Miguel R.

Ahora se sumó un tercero: Alan Federico N., un joven de 24 años sospechado de participar del plan criminal que acabó con la vida del jubilado. Las fuentes policiales explicaron que el Comando Radioléctrico lo paró en un control de rutina en Pasaje Pasotti al 5900, y tras consultar datos con la central 911 surgió el pedido de captura pendiente, que databa de octubre. Este viernes será imputado por el fiscal en turno Adrián Spelta.

Matar para asegurar el robo

Los tres detenidos vivían cerca de Almaraz, en barrio Moderno. El septuagenario, además de su jubilación, percibía la prestación monetaria por discapacidad de su esposa, sus cuatro hijas y tres nietos, todos con retraso mental por una enfermedad genética. Al parecer, el cobro de esos haberes fue el móvil de su asesinato, aunque el trío que ingresó a su casa la tarde del 26 de septiembre sólo se llevó un televisor y un espejo. El hombre recibió un tiro en el pecho y murió en la vereda, sentado en su silla.

La fiscal Marisol Fabbro explicó que el robo a la casa de Almaraz fue planificado por Osvaldo R., de 42 años y apodado Mojarrita, una semana antes del crimen. El acusado, quien es soldador y electricista, se encuentra detenido con prisión preventiva desde el 3 de octubre pasado.

Otro detenido en la misma causa es Blas Joel R., un electricista de 18 años que no tiene antecedentes penales. En octubre, este joven se entregó a la Justicia luego de enterarse de que la Policía lo había ido a buscar a la casa de su mamá. La acusación que le cupo fue homicidio doblemente calificado por el concurso premeditado de dos o más personas y por criminis causa –matar para ocultar otro delito– con portación de arma de fuego de uso civil, que prevé prisión perpetua.

Hay otros dos sospechosos prófugos, según supo El Ciudadano.

Para la fiscal, Osvaldo se juntó con el cuarteto que iba a ejecutar el robo entre los días 18 y 19 de septiembre, cuando premeditaron el golpe y los roles que cada uno iba a  cumplir. Siempre de acuerdo con esa hipótesis, el día del hecho el cuarteto estacionó el Peugeot 206 negro a la vuelta de la casa de Almaraz.

Un muchacho se quedó al volante, mientras que Blas R., Alan N. y un tercero no identificado bajaron y atacaron a la víctima. Eran las dos de la tarde, Almaraz se encontraba sentado en la puerta de su casa y al ver al trío acercarse intentó impedirlo, pero le dieron un tiro en el pecho.

Dentro de la vivienda se encontraba su esposa, Silvia, a quien redujeron de un golpe de puño mientras le preguntaban dónde guardaba el dinero, lo que no supo o quiso responder. La fiscal dijo que la mujer, quien padece discapacidad mental, declaró que no conocía a los ladrones. La funcionaria sostuvo su acusación sobre la base a la declaración de dos vecinos, primos entre sí, que señalaron a los sospechosos, además de otros testimonios con identidades reservadas o anónimas.

En la causa está asentado que uno de los dos primos que asentaron la denuncia denunció que el pasado 28 de septiembre le dispararon cuando iba en moto a trabajar. El hombre aclaró que salió ileso de ese ataque, pero que le causó miedo y supone que estuvo destinado a amedrentarlo.

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