En una causa que comenzó hace 7 años, el Tribunal Oral en lo Criminal N° 2 de Rosario condenó este miércoles a 5 años de prisión a un chofer profesional de camiones como autor del delito de tráfico de estupefacientes en la modalidad de transporte. El conductor, de 49 años y oriundo de Villa Gobernador Gálvez, fue detenido en 2012 en Sorrento y Circunvalación mientras trasladaba más de doscientos kilos de marihuana.
Según el portal Fiscales, la causa tuvo origen luego de que las fuerzas de seguridad pusieran en conocimiento de la Justicia sobre el traslado de un camión Mercedes Benz blanco proveniente de Resistencia, Chaco, con un cargamento de marihuana prensada. Por este motivo, se dispuso un sistema de vigilancia en las tres entradas de Rosario.
El 12 de junio de 2012, personal de la Brigada Operativa Departamental II, de la Dirección General de la Prevención y Control de Adicciones de la Policía de la Provincia de Santa Fe, detuvo sobre la ruta nacional 34 un camión Mercedes Benz conducido por Omar Alberto González. En el interior del vehículo, se hallaron 264,653 kilogramos de cannabis distribuidos en 322 panes compactos en la caja de herramientas y en la parte delantera del semirremolque. Las crónicas policiales de la época hablaron de una carga con valor de 3 millones de pesos.
Por esos días el subdirector de la entonces Dirección Provincial de Control y Prevención de Adicciones, Ernesto Andreozzi, aseguró: “El operativo se armó en base a una llamada telefónica anónima. Una comunicación alertó sobre la presencia de un vehículo de gran porte que pasaría por Rosario, en horas de la mañana o la madrugada y que podría transportar algún tipo de estupefaciente”, apuntó el comisario.
Para la fiscalía, en la audiencia quedó plenamente acreditado que el imputado tenía conocimiento y disponibilidad de la sustancia que transportaba. El titular de la Fiscalía General, Fernando Arrigo, destacó en el debate oral la importancia como prueba del GPS satelital del vehículo, para trazar el recorrido del camión y poder anular los argumentos del imputado, que no coincidían con el trayecto del rodado. También prestaron declaración el encargado de logística de la empresa satelital de GPS, el dueño de la empresa de chatarra donde el camión cargó el material ferroso que transportaba y los testigos civiles del operativo, que manifestaron que cuando el personal policial detuvo al camión, el imputado les manifestó dónde se encontraba el estupefaciente que estaban buscando.
Al momento de solicitar una pena de diez años, Arrigo tuvo en cuenta la gran cantidad de material incautado y la forma en la que estaba condicionado para su traslado. El fiscal también destacó que no existió “miseria o dificultad alguna para ganarse el sustento propio necesario” por parte de González, ya que al momento de los hechos contaba con un trabajo estable y registrado como chofer de larga distancia de primera categoría. Su profesión fue también contemplada como un agravante de la pena, ya que para el fiscal, el imputado hizo un aprovechamiento de sus conocimientos en materia de transporte para llevar a cabo su plan, resaltó el escrito.
Por estos motivos, solicitó una pena de diez años por el delito de tráfico de estupefacientes. El miércoles y con un fallo dividido, el Tribunal Oral en lo Criminal N° 2 de Rosario respetó la figura penal elegida, pero impartió una condena de cinco años de prisión, salvo por uno de los integrantes del tribunal, que solicitó una pena de siete. Los fundamentos del fallo se conocerán el 2 de octubre, señala Fiscales.
