Al Pelado Jaime se la tenían jurada desde hace rato. En junio pasado, un grupo de muchachos lo baleó y se salvó de milagro. Pero ayer por la madrugada lo encontraron solo en la calle y se encargaron de que esta vez no la pudiera contar. Según vecinos de Emaús, el barrio donde vivía el joven asesinado, el Pelado se estaba rescatando e intentaba no meterse en problemas, pero no se pudo sacar de encima las broncas viejas y lo pagó con la vida. Hasta anoche no había sospechosos por el caso.
Emaús es un barrio muy particular. Está ubicado entre el modesto 7 de Septiembre y Fisherton, el barrio de las casonas inglesas de principios del siglo pasado. Los tres sectores conviven en unos pocos kilómetros y las motos destartaladas se cruzan con autos de alta gama. En Emaús el contraste es violencia.
Las historias de los adolescentes muertos por balas gatilladas por sus vecinos, algunos incluso viejos amigos, sobran. El grueso de los hechos tuvo lugar en la misma manzana, la que está delimitada por Sánchez de Loria, Tarragona (al 1100 bis), Génova y Juan B. Justo (al 7900). La misma en la que mataron al Pelado ayer a eso de las 5.
Según contaron los familiares de la víctima, el joven salió en bicicleta de su casa, que está ubicada a mitad de cuadra de Juan B. Justo al 7900, para ir a buscar a su papá. Hizo 50 metros con dirección este, dobló en Sánchez de Loria hacia el sur e hizo otra media cuadra, pero le cortaron en paso, justo a la altura del pasaje Franklin. Las versiones en el barrio eran dos: una aseguraba que al Pelado lo pararon unos muchachos que viajaban en un auto, a la que se agregaba otra sobre la participación de un grupo de personas en una moto. El resultado fue el mismo. Lo hicieron bajar de la bici y lo mataron como a un perro.
De acuerdo con lo que contaron a El Ciudadano los investigadores, al Pelado, que se llamaba Juan Alberto Jaime y tenía 19 años, le dieron 5 tiros en el cráneo con un arma calibre 32: uno en el pómulo, otro en el ojo y los tres restantes en la nuca. “Llamamos a la Policía y vino a las 8 de la mañana. El nene estuvo todas esas horas tirado en el piso. Acá los pobres no le importan a nadie”, se quejó un familiar.
Allegados al caso aseguraron que el asesinato del Pelado está vinculado con una bronca vieja. En junio pasado el muchacho fue atacado a por un grupo de personas, en principio las mismas que lo balearon ayer a la madrugada, que le dieron tres tiros. Se salvó por casualidad. A partir de ese ataque el muchacho había decidido cambiar la junta y no meterse más en problemas. Pero, al parecer, sus enemigos no lo tomaron de la misma manera. El caso quedó a cargo del fiscal de Homicidios Dolosos Florentino Malaponte, quien investiga con auxilio del personal de la comisaría 17ª y la PDI.