Laureano Guillermo Fernández, un hombre afincado en la zona sur de Rosario, fue atacado a tiros este domingo por la noche pasadas las 21 en barrio Las Flores y falleció en las primeras horas del lunes producto de un certero balazo en la cabeza, según se supo de fuentes policiales.
Por lo pronto, lo único que trascendió del caso es que vecinos de Clavel al 6900 escucharon detonaciones y cuando salieron vieron a Fernández, de 35 años y con domicilio en Laprida al 6600, tendido y en estado gravísimo. La víctima fue llevada en un principio al hospital Roque Sáenz Peña por una ambulancia del Sies, donde debido a la gravedad del caso los médicos decidieron derivarlo al Heca.
En cuanto a la mecánica del hecho, la poca información de fuentes policiales indica que dos sujetos en moto dispararon contra Fernández y de inmediato emprendieron la huida.
Ya en el hospital de Emergencias Clemente Álvarez, donde ingresó –según el destacamento policial– a las 22.40, le diagnosticaron herida de arma de fuego en la cabeza, con entrada en pómulo y salida en oreja derecha.
La fiscal de Homicidios en turno Marisol Fabbro tiene a cargo la investigación de la ejecución de Fernández, un crimen perpetrado en jurisdicción de la subcomisaría 19ª. “Se comisionó al gabinete criminalístico de la Policía de Investigaciones, la entrevista de vecinos y posibles testigos, y se esperan resultados de peritajes balísticos. Por el momento no hay personas sindicadas. Hay medidas en curso que se mantienen en reserva”, indicaro desde Fiscalía.
Clavel al 6900: 5 años atrás, otro crimen
Esa cuadra de Clavel al 6900 fue escenario de un cruento homicidio en mayo de 2013, cuando asesinaron a Gustavo Daniel González, un joven de 27 años. Según publicó El Ciudadano, al muchacho lo asesinaron “por un atado de puchos”, y por el hecho había quedado detenido un pibe de 16 años apodado Nikito.
La noche del 22 de mayo de 2013, González estaba en su casa de pasillo de Clavel al 6900 cuando le dijeron que uno de sus hermanos no la estaba pasando bien. En ese mismo momento, a dos cuadras de la vivienda familiar, un chico del mismo barrio lo estaba apurando para que le diera su atado de cigarrillos.
“Mi hijo de 16 años estaba en una esquina con un amigo, y se le acercaron tres pibes que viven acá a dos cuadras. Primero uno le pidió un cigarrillo, y mi hijo se lo dio, pero después volvieron y le dijeron: «ahora quiero el atado». Ahí empezaron a discutir”, contó a la cronista de El Ciudadano Luis, padre de la víctima.
Cuando se enteró, Gustavo González salió en su auxilio. Pero al llegar vio que uno de los chicos que se paraba delante de su hermano menor tenía un arma de fuego en la mano. “Quiso volver para decirle a mi mujer que este pibe estaba armado, pero lo siguieron y lo hicieron parar antes de que llegara”, detalló el papá del joven.
El chico empezó a amenazarlo con el arma. Le dijo que lo iba a matar. Lo hizo poner de rodillas para ejecutarlo. Después se rieron y lo dejaron ir, rememoró su padre. “Gustavo empezó a caminar para acá y enseguida el pibe vuelve a sacar el arma, se da vuelta y le mete dos tiros”, apuntó Luis.
Herido, el joven fue llevado por su mamá y su hermano en auto hasta el hospital Roque Sáenz Peña, donde falleció poco después de llegar. Los médicos le diagnosticaron “herida de arma de fuego en el lóbulo temporal izquierdo de la cabeza y otra en la región intercostal izquierda”.