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Lo golpearon, salió a buscarlos y mató a uno de un puntazo: fue condenado

Un albañil y su amigo protagonizaron en 2016 una pelea con cuatro hermanos. Hubo palazos y piedrazos. Cuando todo se calmó, el albañil salió a buscar a los hermanos y asesinó a uno de una puñalada. Un tribunal lo condenó y esta semana la Cámara dejó firme la pena a 9 años y medio de cárcel

La Cámara Penal confirmó la condena a un albañil, de 32 años, por matar a un vecino del que recibió una paliza. El hecho tuvo lugar en zona oeste en octubre de 2016 cuando cuatro hombres tomaban alcohol en un tronco en una esquina de barrio Bella Vista. Uno provocó al otro y se generó una pelea mano a mano que terminó agrandándose cuando se incorporaron los otros dos, luego llegaron los primos de uno de los pugilistas. El albañil se llevó la peor parte. Logró zafar, corrió unos metros pero lo alcanzaron los dos hermanos que se sumaron en último lugar a la pelea  y volvieron a golpearlo. La cosa no terminó allí. Hubo una tercera secuencia donde uno de los hermanos terminó asesinado de un puntazo asestado por el albañil. La versión respecto a esta circunstancia tuvo dos planteos: el crimen se desató en una legítima defensa  o fue una agresión dolosa a título de venganza. El tribunal de primera instancia se inclinó por la segunda hipótesis y condenó al albañil. El fallo fue confirmado por la Cámara Penal. Ahora, el albañil deberá  purgar una condena de 9 años y medio de cárcel.

Gustavo Javier “Chaque” Sánchez tiene 32 años y se gana la vida como albañil. La madrugada del 15 de octubre de 2016, estaba sentado junto a su amigo Nano y los hermanos Víctor y Cristian A. en un tronco que está en la esquina de Lima y Pasco. En un momento, empezó una discusión. Chaque y Víctor se agarraron a las piñas hasta que se metieron los otros dos. Mientras se producía la pelea aparecieron los hermanos Diego y José Luis “Indio” Ramos, parientes de los hermanos A. y se metieron en la contienda donde volaron piedras y no faltaron palazos. Chaque terminó fuertemente lesionado y un llamado al 911 alertó de la disputa.

Chaque recibió un piedrazo en la nuca por parte de los hermanos Ramos y  logró salir de la pelea. Los hermanos A. se metieron en la casa de su madre y Chaque intentó huir pero fue perseguido por los hermanos Ramos. Según el fallo, los Ramos lo hicieron caer y lo golpearon con un palo y una botella hasta que Chaque logró zafar y entrar a la carrera a la vivienda de su madre.

En el juicio oral que fue presidido por los jueces  Marcela Canavesio, Carlos Leiva y Rodolfo Zvala la discusión giró en torno a la tercera secuencia del caso. La defensa de Chaque dijo que salió de la casa de su madre rumbo a la suya por temor. Pensó que le podían robar o prender fuego la casa donde vivía solo, argumentó. Cuando salió de la vivienda de su madre se llevó dos cuchillos y en el camino se topó con los hermanos Ramos que lo estaban esperando.  Chaque dijo que José “Indio” Ramos tenía un cuchillo y comenzó una pelea donde también fue herido el padre de los Ramos, quien lo había agredido con un palo circunstancia en la que Chaque lo cortó en un brazo. Además, Chaque declaró que no se dio cuenta que había apuñalado a Indio durante la contienda.

La Fiscalía, en tanto, aseguró que Chaque junto a Nano (luego sobreseído en la causa) fueron a la casa de los Ramos y patearon el portón hasta abrirlo. En esa circunstancia, Chaque hirió al padre de los Ramos, el cual intentaba evitar el ingreso y le pegó un puntazo en un brazo. Luego le dio una puñalada a Indio, de 24 años, en la axila que le provocó la muerte. El tribunal de juicio entendió probada esta segunda hipótesis y condenó a Chaque a 9 años y medio de cárcel.

El fallo fue apelado por el abogado de Chaque que mantuvo la teoría de una defensa legítima pero los camaristas Gustavo Salvador, Carolina Hernández y Carlos Carbone no compartieron el criterio. Tuvieron en cuenta las inconsistencias y contradicciones de los testimonios que apoyaron la versión de Chaque. Valoraron el informe médico que señaló que las heridas que tenía Chaque eran compatibles con un riña pero no parecían coincidir con lesiones compatibles con arma blanca. Y los camaristas, al analizar las pruebas recolectadas,  entendieron que la tercera secuencia no ocurrió en la calle sino en la casa de los Ramos donde Chaque había entrado por la fuerza.

Un testigo aseguró que Chaque  y Nano primero trataron de entrar a la casa de los hermanos A. pero como no pudieron fueron a la vivienda de los Ramos y escuchó como alguien pateaba el portón. En ese momento el hermano del testigo se subió al techo y vio que eran Chaque y Nano. Lo que se completa con un llamado telefónico al 911 donde otra testigo grita desesperada: “Le llegaron a mi sobrino, le llegaron a José”, en relación a la víctima fatal.

Para la Cámara Penal no están probados los requisitos de una legítima defensa, Chaque reconoció haber salido de la casa de su madre con dos cuchillas, se juntó con Nano y salió a buscar a los agresores para vengarse de la paliza que había recibido, explicó el fallo de segunda instancia.

“Al margen de lo inaceptable que resulta una situación de violencia como la que se desarrolló en las dos primeras secuencias, esto en modo alguno puede justificar que, una vez interrumpida esa agresión se permita que los implicados reanuden el conflicto para reivindicarse por las agresiones sufridas. Admitir lo contrario implicaría dar vía libre a una escalada de violencia intolerable en un Estado de derecho”, argumentaron los camaristas.

Para la Cámara cuando ya estaba resguardado, Chaque decidió salir armado para atacar a los hermanos A. y a los Ramos: “Ingresar a la fuerza al inmueble en donde dos personas se encuentran guarecidas, como ocurrió en este caso, no puede ser catalogado como un intento de defender los propios bienes, ni la integridad física de quien despliega tal conducta”, dice el fallo que confirma la condena a 9 años y medio de cárcel para Chaque.

Locura y muerte en Bella Vista Oeste