Un hombre, de 53 años, fue imputado como uno de los autores de la entradera que sufrió un matrimonio de adultos mayores hace un mes en su casa de Parque Field. Lo particular del caso, a cargo de los fiscales Georgina Pairola y Mariano Ríos Artacho, radica en el ardid que usaron los ladrones: dijeron que iban de parte de la Fiscalía y que tenían que ingresar para “desestimar el allanamiento que habían sufrido en agosto de 2022”. Esto era cierto debido a que el operativo fue porque uno de sus hijos protagonizó una serie de denuncias cruzadas con su ex esposa que implicaban abultadas sumas de dinero por las ventas de sociedades conyugales. La investigación tiene la colaboración del personal de Asuntos Internos que deberán determinar si hubo alguna intervención de uniformados debido a los datos específicos que tenía la dupla de ladrones, quienes les exigían dinero en efectivo. Hubo otras situaciones extrañas como que a las víctimas les dijeron que les habían ordenado no hacerles daño, les exigieron fotos del hijo que tenía la disputa con su ex que sólo se llevaron un celular.
De acuerdo con voceros judiciales, Omar B., de 53 años, fue imputado este miércoles como coautor del robo simple cometido junto a un cómplice –aún no detenido– cerca del mediodía del 25 de noviembre pasado a María Cristina G., de 75 años, y su esposo Juan Carlos M., de 80, en su casa de Discépolo al 2400, de Parque Field en la zona norte.
A esa hora dos hombres tocaron el timbre de la vivienda y cuando María Cristina se asomó le dijeron que buscaban a su hijo Guillermo, quien está radicado en España y fue protagonista en agosto y septiembre del año pasado de denuncias cruzadas en el marco de una feroz separación.
Producto de estas presentaciones tanto Guillermo y algunos familiares como también su ex Mariel A., su cuñada y la pareja de ésta última, terminaron imputados por defraudación.
Guillermo denunció que Mariel y su entorno lo privaban de las ganancias que percibieron por la venta de una de las sociedades conyugales mientras que la mujer hizo la contraofensiva y lo acusó por hacer desaparecer 500 mil dólares de una caja de seguridad que tenían en común.
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Estos expedientes están judicializados y tuvieron sus respectivos allanamientos con el secuestro de documentación y demás elementos de interés para las causas. Uno de ellos fue en agosto de 2022 en la casa de los padres de Guillermo y esa información fue la utilizada por la dupla de ladrones para que el matrimonio les franqueara el ingreso.
Cuando María Cristina les dijo que su hijo no estaba, pidieron hacer una inspección para “desestimar el allanamiento que habían sufrido en agosto de 2022”. Los hombres estaban vestidos de civil y hablaban con educación, por lo que las víctimas no sospecharon hasta que llegaron al living. En ese momento, uno de los intrusos empujó a la mujer, quien cayó mientras que el otro se abalanzó sobre Juan Carlos para reducirlo desde atrás tomándolo por el cuello.
Les advertían que no gritaran y le dijeron que tenían orden de no lastimarlos. Después, los encerraron en el lavadero y la dupla recorrió todos los ambientes de la vivienda en busca de dinero, que para los pesquisas eran dólares. La pareja indicó que como no tenían efectivo, los ladrones se fueron unos minutos más tarde llevándose una bolsa con algunas pertenencias no muy valiosas y uno de sus celulares.
María Cristina terminó internada por una severa fractura de pelvis entre otros golpes mientras que Juan Carlos también tuvo que ser asistido por lesiones en el rostro.
La causa quedó a cargo del fiscal Ríos Artacho, quien ordenó una serie de medidas al personal de la División Judiciales de Asuntos Internos para que investigara si hubo participación de uniformados en la entradera debido a ciertos datos que manejaban los ladrones.
De la pesquisa surgieron situaciones extrañas, una fue que el dúo les pidió fotos de su hijo Guillermo y la otra fue cómo llegaron al ahora imputado. Según se conoció de fuentes relacionadas a la investigación, una conocida de Guillermo le envió un mensaje por la red social Facebook para alertar que planeaban hacerle daño a sus padres casi al mismo tiempo en que se estaba cometiendo la entradera. Esa mujer le contó que había recibido un mensaje de Whatsapp de un número desconocido con dicha advertencia. Los pesquisas buscaron al titular y dieron con Omar B., un hombre que posee algunos antecedentes por robos menores.
De la intervención a la línea también se enteraron que los primeros días de diciembre, el sospechoso debía viajar a la localidad de Hermoso Campo, provincia de Chaco, donde su hijo tenía una causa. Así fue que el fiscal Ríos Artacho emitió un pedido de captura y se comunicó con la Fiscalía de Investigación 3 de Charata para que lo detuvieran, lo que se hizo efectivo el 11 de diciembre pasado.
Luego fue trasladado hasta nuestra ciudad y este miércoles quedó imputado como coautor del delito de robo simple por la Fiscalía. El juez Nicolás Foppiani le dictó la prisión preventiva por el plazo de ley. En tanto, continúa la investigación para dar con su cómplice y desentrañar si hay otras personas involucradas como instigadores del magro atraco.
