Diego José Ortega charlaba con su hermana cuando dos muchachos en moto lo atacaron a balazos en el frente de su casa de Villa Gobernador Gálvez. Eran casi las 22 del 18 de febrero pasado. Diego intentó escapar pero uno de los plomos lo alcanzó a la altura de las costillas y le perforó el pulmón. Su hermana lo llevó hasta el Hospital Gamen, los médicos decidieron derivarlo al Hospital Provincial donde falleció al otro día. El lunes pasado, uniformados villagalvenses atraparon a dos jóvenes de 20 y 21, quienes tenían armas de fuego en su poder. En sede policial, al menor le saltó que era sospechoso por el crimen de Diego y este miércoles fue acusado por el fiscal Miguel Moreno. Por su parte, el fiscal Mariano Ríos acusó a la dupla por la tenencia ilegal de las armas halladas en su poder. El juez Luis María Caterina aceptó las imputaciones y para el sospechoso por el crimen de Diego le dictó la prisión preventiva por el plazo de ley.
La hermana de Diego fue testigo del brutal ataque. La muchacha les contó a los investigadores que desconocía tanto la identidad de la dupla como el móvil de la agresión a tiros en el frente de la vivienda de Pablo VI al 700.
La pesquisa quedó a cargo de la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI) a cargo de Diego Sánchez bajo las órdenes de fiscal Miguel Moreno.
Si bien los investigadores no relacionaron el homicidio de Diego con una venganza por estar mencionado en un asesinato cinco años tras, tampoco lo descartaron. Diego había sido sindicado con el apodo de “Pato” en abril de 2013 en el crimen de Leonardo David Fretes, un muchacho de 25 años que recibió un tiro en la cabeza en un ataque que se presume, no era para él. Para los pesquisas, los balazos eran para un joven que lo acompañaba, un tal Lucas, que había tenido una riña barrial seis meses antes en la que le habían prometido plomo. Las crónicas de El Ciudadano de esa fecha indicaron que el pibe asesinado era el hijo de un suboficial de la Policía rosarina. Pocas horas después del homicidio de Fretes fueron detenidos cuatro jóvenes, uno de ellos era Diego. Sin embargo, a los pocos días recuperó la libertad y fue desvinculado de la causa por falta de mérito.
La caída
El lunes pasado alrededor de las 15, personal de la Policía de Acción Táctica (PAT) recorría la zona de la subcomisaría 26ª por un llamado al 911 donde alertaba que había personas armadas en pasaje 7 y Marcos Paz. Los policías se encontraron con los dos jóvenes, quienes se escondieron en una casa de pasaje 7 al 2500. Los uniformados ingresaron al domicilio y detuvieron a los sospechosos, identificados como Simón P., de 20 años, y Elio F., de 21, los cuales llevaban entre sus ropas una pistola calibre 22 y un revólver calibre 32.
En sede policial, a Simón P. le saltó el pedido de captura por estar sindicado en el homicidio de Diego Ortega.
Fue en ese marco, que este miércoles a las 14 se llevó a cabo la audiencia imputativa para los jóvenes. El fiscal de Flagrancia, Mariano Ríos les imputó a la dupla el delito de portación ilegal de arma de fuego de uso civil.
En tanto, el fiscal Moreno acusó a al joven por el delito de homicidio simple de Ortega.
El juez Luis Caterina aceptó la calificación de la Fiscalía para la dupla. En el caso, de Simón P., Caterina le dictó la prisión preventiva por el plazo de ley mientras que para Elio ordenó la libertad con reglas de conducta entre las que se encuentra concurrir a un taller de capacitación en oficios.