Estefanía, una joven de 24 años, continuaba este martes internada con respiración asistida desde el sábado por la noche, cuando su familia la encontró desvanecida en su casa de barrio Triángulo y la llevó al hospital. Tenía un fuerte golpe en la nuca que según allegados se lo propinó su pareja, Lionel Cardozo. Ambos vivían juntos con su hija de dos años y un nene de cuatro que Estefanía había tenido de soltera. La Policía detuvo a su concubino y, ayer, el juez Hernán Postma le dictó 60 días de prisión preventiva luego de imputarlo por tentativa de homicidio, agravada por la relación de pareja y violencia de género.
La audiencia imputativa comenzó este martes a las cuatro de la tarde. El fiscal Miguel Moreno expuso el testimonio de vecinos de la pareja, que vivía en Centeno al 5600, y de familiares de Estefanía para demostrar que los golpes y la violencia eran moneda corriente para la mujer, quien hasta la noche de este martes continuaba internada en la sala de terapia intensiva del hospital de Emergencias Clemente Álvarez.
Grecia contó a El Ciudadano que su hermana Estefanía se había mudado con Lionel cuando nació la hija de ambos, que hoy tiene dos años, a un terreno lindero con el de su suegra. Fue la mamá de Lionel quien el fin de semana pasado le avisó al papá de Estefanía que llamara a una ambulancia. “Lo llamó por teléfono y le dijo que Estefanía estaba descompuesta, que si podía llamar una ambulancia. Mi papá fue corriendo y también mi otra hermana con su marido, y la vieron muy mal”, contó Grecia, quien dijo que como la ambulancia se demoraba la llevaron al Heca en auto.
Se cayó
Durante la audiencia, Lionel negó haber golpeado a su pareja y dijo en su defensa que se cayó sola cuando corría. Relató que habían llevado a los chicos a la casa de su hermano para estar solos pero que en el camino de regreso discutieron porque Estefanía se había puesto celosa de una quiosquera. Dijo que ese incidente provocó que, al llegar a la casa, su pareja se negara a tener relaciones íntimas y se pusiera a cocinar y a leer, mientras que él se fue al patio. Luego de un rato, la volvió a buscar para preguntarle por qué lo rechazaba, y ella quiso salir. Según Lionel, en ese momento le pidió que entrara porque de lo contrario los vecinos comentarían que estaban peleados. Entonces, siguió el imputado, su pareja corrió y, cuando la quiso agarrar, se cayó sola porque tenía problemas de vista.
Tras reiterar que no tuvo nada que ver con el golpe que sufrió su pareja, el acusado aclaró que no la ayudó porque su yerno lo corrió de la casa y le quería pegar. Sobre los dichos de vecinos que declararon haber escuchado con frecuencia gritos y golpes, Lionel dijo: “Nunca me quisieron”.
“Nunca nos escucharon”
“No voy a esperar que esté muerta para que se haga justicia”, exclamó ayer la hermana mayor de Estefanía, quien denunció a su cuñado en 2016. “Esto viene desde hace tiempo. Quiero que el fiscal y el juez comprueben todos los hechos, que escuchen los testimonios de los vecinos, que se fijen los papeles que tenemos y si es necesario vamos a juntar firmas”, dijo Grecia, quien mencionó que su hermana menor es una excelente persona, con estudios secundarios completos y un terciario en hotelería y turismo. Grecia reconoció que Estefanía nunca le contó a su familia que era golpeada “pero no era necesario”, ya que las marcas de los golpes eran frecuentes y coincidían con el relato de vecinos que escuchaban gritos de ella y de sus hijos. Y añadió: “Presenté en 2016 una denuncia por violencia de género contra mi hermana y contra sus hijos en el centro de salud del barrio. Porque lo vi golpeado al nene, que lloraba mucho. Pero no hicieron nada. No sólo no nos ayudaron, sino que la asistente social me dijo que era un conflicto familiar y le fue a contar a mi hermana que hicimos una denuncia”.