Un joven de 25 años fue asesinado de un disparo ayer a la madrugada en el barrio Bella Vista cuando estaba en su auto con amigos y le dispararon desde una moto. Según sus vecinos, el muchacho no era el blanco del ataque sino que fue confundido con otra persona.
Alexis Eduardo Lopilato cumplió 25 años el viernes y, según sus vecinos, el domingo víspera de feriado era una noche de festejos. El chico se juntó con sus amigos a tomar algo en una casa y, pasada la medianoche, todos salieron a dar unas vueltas por el barrio en su auto, un Peugeot 206 gris. Estaban haciendo tiempo antes de ir al boliche en la esquina de Ituzaingó y Pascual Rosas, en el barrio Bella Vista, cuando aparecieron dos hombres encapuchados a bordo de una moto. Sin mediar palabra, uno de ellos sacó un arma y empezó a disparar contra el vehículo de Alexis.
Balazos
Los vecinos escucharon al menos quince detonaciones y cuando salieron a la calle se encontraron a los jóvenes pidiendo ayuda porque habían herido a Alexis.
Según esta versión, cuando los disparos empezaron, todos los ocupantes del vehículo lograron esconderse pero los tiros iban dirigidos al conductor. Alexis recibió un disparo en la zona lumbar izquierda y fue trasladado de inmediato por sus amigos al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca), aunque llegó sin vida.
Sus vecinos y amigos sostuvieron la hipótesis de que Alexis fue asesinado por error: el chico no era el blanco de la balacera. De acuerdo con estos dichos, esa noche Alexis y sus compañeros salieron en el auto y, apenas frenaron en la esquina de Pascual Rosas e Ituzaingó, se estacionó detrás de ellos otro auto con una característica: también era un Peugeot 206 gris, aunque un poco más oscuro. Para los vecinos, los ocupantes de la moto se confundieron de objetivo y abrieron fuego contra el vehículo equivocado. Cuando salieron a la calle, varias personas vieron huir a toda velocidad al segundo Peugeot.
Según sus amigos del barrio Bella Vista, Alexis era “un chico laburante” que no tenía problemas con nadie. Vivía a cuatro cuadras del lugar donde fue asesinado y trabajaba en una armería de la zona. Era hincha de Central y nunca faltaba a la cancha, donde tenía muchos amigos y también conoció a su novia.
El caso es investigado por el fiscal Miguel Moreno del Ministerio Público de la Acusación con la colaboración de la comisaría 13ª, que tiene jurisdicción en la zona en la que ocurrió el homicidio.