Un hombre de 65 años fue encontrado muerto en la tarde de este viernes en un departamento del noveno piso del edificio de Montevideo 1457, al que se acababa de mudar: según refirieron vecinos, conmocionados por el hecho, estaba atado y ensangrentado. Y tenía signos de haber sido golpeado con una dureza tal que, según había quedado prácticamente confirmado, le provocaron la muerte.
Según trascendió, Máximo José Benítez fue hallado ensangrentado y en ropa interior, en la tarde de ayer, alrededor de las 17: como es propietario de un comercio y no llegó a su trabajo, su hijo, quien lo llamó insistentemente a su celular sin obtener respuesta, resolvió ir hasta el departamento para ver si se encontraba bien.
Nada podía estar peor: tampoco le atendieron el timbre, y comenzó a preguntar a comerciantes de la zona y a quienes salían o entraban al edificio. Según los trascendidos, el hombre hacía poco que se había separado de su pareja y la del viernes era su primera noche en el departamento que había alquilado. Al parecer, familiares supieron que llegó y guardó su Ford EcoSport en la cochera del edificio. Qué pasó después es una incógnita, pero según pudieron ver ayer, el auto no estaba, y vecinos dijeron que el departamento había sido revuelto, lo que abonaba las sospechas sobre un robo.
El caso quedó en manos del fiscal de Homicidios Dolosos Adrián Spelta, quien ayer ordenó las diligencias inmediatas de toma de testimonios, relevamiento de cámaras públicas y privadas, búsqueda de huellas y otros peritajes. Según la información oficial suministrada por Fiscalía en la tarde de ayer, hasta ese momento no se había podido revisar el cuerpo del fallecido, “por lo tanto no se tiene conocimiento aún la causa de muerte ni la mecánica del hecho”.
“Se solicitó la intervención del médico forense y del Gabinete Criminalístico para relevamiento la zona del hecho”, había informado un texto enviado por el Ministerio Público de la Acusación (MPA).
Más tarde, el MPA confirmó la identidad del comerciante y descartó, en principio, que heridas de arma de fuego, como había trascendido antes, o de arma blanca le hubieran provocado la muerte.
Lo que quedó como dato es que el de Benítez fue el segundo crimen fatal cometido en pocas horas en un pequieño radio céntrico: a apenas poco más de dos cuadras, en Paraguay y Cochabamba, un cuidacoches fue asesinado de un balazo cerca de las 21.30 de este viernes, cuando intentó impedir un robo a una mujer. Todo ocurrió en medio de la oscuridad, ya que la zona estaba con un corte de luz –que no alcanzó a la calle Montevideo– lo que había sido aprovechado por dos agresores, que le dispararon sin dudar. (ver página 11)
Y horas, después, en la madrugada del sábado otro homicidio se perpetró en la ciudad: Joaquín Pecci, de 22 años, fue baleado fatalmente por atacantes que irrumpieron en una fiesta en barrio San Francisquito, en la zona sudoeste, y que además dejaron tres heridos de bala que se encontraban en grave estado.