Un joven de 20 años fue procesado por el homicidio de Lisandro Mena. La víctima saltó a las crónicas policiales en mayo de 2013 cuando fue herida junto con Claudio “Pájaro” Cantero – sindicado líder de la banda de los Monos–, quien murió como consecuencia de las lesiones recibidas. Siete meses después, el ladero de Cantero encontró la muerte en una esquina de la zona sur cuando iba en moto y desde otra abrieron fuego contra su humanidad y la de su acompañante. Mena, quien conducía el rodado, perdió el control e impactó contra un muchacho que esperaba el colectivo, quien murió algunas horas después. “Johnny de Flamarión”, como se conoce al imputado, fue señalado como el autor de los disparos y luego de varios meses de investigación el Juzgado de Instrucción 5ª resolvió procesar al sospechoso por homicidio agravado por el uso de arma en perjuicio de Mena, la tentativa de homicidio sobre su compañero y el homicidio culposo del joven que fue impactado por la moto.
El 26 de mayo de 2013, Mena junto con otras dos personas acompañaba a Cantero en una recorrida por boliches de la noche rosarina. Luego de permanecer en una disco de zona sur, el Pájaro decidió marchar rumbo a Infinity Night, una confitería bailable ubicada en el límite del municipio con Villa Gobernador Gálvez. Allí fue herido de muerte y Mena recibió dos tiros en las piernas. Casi dos meses después el muchacho marchó preso, luego de amenazar e intentar usurpar la casa de algunos vecinos, según la acusación.
Por este hecho quedó detenido y fue derivado a la cárcel de Piñero. El 23 de diciembre obtuvo el beneficio de un arresto domiciliario, pero lejos de cumplir con la restricción salió de su casa en moto rumbo a un quiosco cercano al casino. Lo acompañaba un amigo y en la intersección de Batlle y Ordóñez y bulevar Oroño fue alcanzado por otra moto con dos ocupantes, quienes se pusieron a la par y abrieron fuego con un arma calibre 9 milímetros.
Como consecuencia Mena recibió balazos en región axilar, intercostal y lumbar derecha, todas ellas con orificio de salida, y un último proyectil le perforó la mano izquierda. La gravedad de las heridas hizo que la víctima perdiera el control del rodado que impactó contra Federico Manattini, un muchacho que esperaba el colectivo junto con un amigo.
Los politraumatismos que sufrió el transeúnte fueron fatales pese al esfuerzo médico, mientras que el acompañante de Mena recibió dos tiros en las piernas.
Una vieja bronca
De los testimonios reunidos en la causa surgió el nombre de Jonathan Adrián G. como el autor de los disparos, quien fue detenido el 19 de abril pasado en la villa de Flamarión al 5000 durante un operativo del que participó Gendarmería. El joven fue reconocido en rueda de personas. Durante su indagatoria, el sospechoso sostuvo que no tuvo nada que ver con el hecho, que no tenía moto ni arma, aunque el descargo no le alcanzó para desvincularse del hecho. A ello se sumó un testimonio que afirmó una presunta rivalidad entre la víctima y el acusado, lo que para la jueza de Instrucción Alejandra Rodenas explicaría el móvil del crimen. La magistrada resolvió procesar al imputado por los delitos de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, tentativa de homicidio agravado y homicidio culposo en calidad de autor y dictó la prisión preventiva en su contra.
Otra imputación
Johnny de Flamarión también fue acusado por el homicidio de Alberto Santiago Fernández, de 38 años, ocurrido el 13 de abril pasado. El hecho ocurrió en el asentamiento de Flamarión al 5000 cuando la víctima caminó unos metros desde su casa para hacer compras en un quiosco. Según una versión, allí se generó una disputa entre dos grupos que terminó a los tiros, uno de los cuales impactó en el hombre y lo llevó a la muerte. Según testigos, los homicidas dispararon desde un auto y la víctima, antes de morir, dijo que los plomos eran para otra persona que resultó herida. Johnny fue imputado de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, doble tentativa de homicidio y portación de arma de guerra.
