El 58 por ciento de los desechos diarios que genera una familia rosarina corresponde a residuos orgánicos. Así se desprende de los resultados de un estudio de caracterización de desechos que dio a conocer la Subsecretaría de Medio Ambiente municipal, del que se desprende que hay una tendencia al desperdicio de alimentos, fenómeno que aumenta a nivel mundial y que también repercute en Rosario.
Esta temática será uno de los ejes a trabajar a lo largo de este año por parte del municipio, que por otra parte indicó que se continúa avanzando en la reducción de basura enterrada como consecuencia del programa de separación de desechos.
Para corroborar esta aseveración, se informó que entre 2012 y 2014 se enviaron al relleno sanitario 10.310 toneladas menos de residuos que en años anteriores.
Radiografía de la basura
La Subsecretaría de Medio Ambiente inició en octubre pasado un estudio de caracterización de los residuos. Es el segundo desde 2004 y permite un análisis científico de la basura: qué pasa, cuánto generamos, qué consumimos, qué zonas producen más desechos qué otras y qué tipo de desechos. Los datos obtenidos permiten al Estado trazar políticas y esquemas en relación a la recolección de residuos y los programas para fomentar el reciclaje.
Cual película de suspenso, a través de la basura se puede trazar un perfil del comportamiento de los vecinos. Cecilia Mijich, subsecretaria de Medio Ambiente, explicó que del análisis de lo que la gente entrega a los camiones recolectores pueden estudiarse las características socioeconómicas de la ciudad, y que incluso la cantidad de basura recogida oficia de indicador de la actividad económica.
Mijich, a través de los resultados del estudio, caracterizó a Rosario como una ciudad de gran actividad comercial.
Los residuos y sus características varían según la época del año e incluso el día de la semana: los lunes, por ejemplo, abundan en los contenedores las botellas. La yerba, por su parte, es una constante, probablemente el principal residuo orgánico.
La fracción orgánica –que ocupa el 58 por ciento del total de residuo que una familia produce por día– tiene una característica que será eje y tema a trabajar este 2015: una importante cantidad de residuos de alimentos. “En este caso se trata de comida que sobró, que se pudrió o venció en la heladera. El desperdicio de alimentos está vinculado a la falta de conciencia a la hora de consumir. Nuestra estrategia es poder diseñar campañas de concientización, lograr que se le preste atención al hábito de alimentación y disminuir este porcentaje”, explicó Mijich.
Recuperable
Los resultados generales de la caracterización de residuos revelaron que una vivienda tipo genera alrededor de 1,5 kilos de residuos por día. De los diez kilos y medio semanales, tres son de materiales reciclables. “Estos números pueden disminuirse. No sólo con conciencia de consumo, sino también reinsertando materiales al circuito, es decir, lo que se puede reciclar. Esos tres kilos de reciclables pueden no ir al relleno sanitario y hay estrategias para que sea así (ver aparte)”, señaló la encargada de Medio Ambiente.
El kilo y medio diario de basura generada está compuesto en un 58, 4 por ciento por residuos orgánicos. El porcentaje restante es de un 11,7 por ciento de plásticos, 9 de papel; 4,5 de cartón; 1,4 de metales y un 4,9 de vidrios, todos éstos, materiales que pueden recuperarse.
“Este porcentaje restante nos da una idea de la tendencia que tienen los packaging y afianza la necesidad de una ley de envases”, explicó Mijich.
“Al ver este número, pedimos a la población que separe”, añadió.
Encuesta esclarecedora
La caracterización de residuos se realizó con dos metodologías de trabajo.
Una fue un muestreo casa por casa. Se contactaron más de 200 hogares y durante ocho días la Municipalidad buscó los residuos que generaban. “Esto nos permitió tener una representatividad de los diferentes lugares para conocer la realidad de los residuos”, contó Mijich.
“Nos encontramos con que muchas familias separaban en origen, o sea en sus hogares, y muchas tienen compostaje. Les pedimos que por esos ocho días no separaran para tener datos certeros de lo que genera cada persona en su lugar”, explicó Mijich.
La segunda metodología empleada fue el estudio de los camiones de recolección, que toman los residuos de la vía pública, gran parte de ellos provenientes de las distintas actividades comerciales que se realizan en la ciudad.
“Los que ya separan lo van a seguir haciendo”
La Dirección General de Gestión Integral de Residuos lleva adelante distintas estrategias en relación con el incentivo de la separación. “Adoptar estas costumbres tiene que ver con un cambio cultural. Los que participan activamente en la separación de residuos lo van a seguir haciendo”, sentenció.
Uno de los métodos utilizados es la recolección puerta a puerta, que ya llega a 150 mil vecinos. También funcionan 491 centros de recepción a dónde pueden llevarse los materiales reciclables.
La participación ciudadana en estos espacios se triplicó en 2014 respecto de 2010. Hay 350 islas de separación instaladas en la vía pública, en la zona con mayor densidad poblacional y desde Medio Ambiente afirman que la gente los utiliza y la gran mayoría de los residuos arrojados son del material que corresponde.
En cuanto a la recepción de residuos especiales, se acopiaron cinco mil aparatos informáticos recibidos en todos los distritos y se conformó un emprendimiento social que trabaja en el desarme y reinserción en el mercado del material recuperado. En otro orden, en diciembre se lanzó una campaña para acopiar el aceite vegetal usado. Todos los distritos reciben el líquido envasado en botellas de plástico, que luego será convertido en biocombustible para el transporte urbano de pasajeros.
El reciclaje es una estrategia para que menos residuos sean enterrados. El año que acaba de terminar fue el segundo consecutivo en el que se disminuye la cantidad de desechos enterrados en el relleno sanitario. La disminución fue de más de 10 mil toneladas por año. En comparación con otras ciudades como Montevideo, Córdoba y Buenos Aires, Rosario está mejor posicionada ya que evidencia una cantidad menor de residuos enterrados: mientras que Rosario se recogen 0,85 kilo por día y por habitante, la Capital Federal entierra 1,2 kilo, Córdoba 1,16 y Montevideo 1,06 kilo.