Desde hace un tiempo se habla en Rosario del posible regreso de la selección argentina. El deseo de Lionel Messi de jugar un partido de Eliminatorias en Newell’s y el pedido a Julio Humberto Grondona para concretarlo abrieron la puerta de par en par. Sin embargo, para que eso suceda, aún queda bastante por resolver, aunque en el Parque Independencia anhelan que se cristalice la posibilidad (sería el 7 de junio ante Colombia). De hecho, hoy afirman que, desde lo edilicio, hay muy pocas reformas que debe sufrir el Marcelo Bielsa para albergar a la selección.
Uno de los requisitos principales para la disputa de partidos de Eliminatorias Sudamericanas radica en la capacidad de los estadios: el mínimo que se exige es de 40 mil asistentes. En Newell’s eso no sería un inconveniente, ya que el Coloso tiene hoy una capacidad para 40.800 personas. Es más, hoy el estadio se encuentra en condiciones de albergar cualquier partido de Copa Libertadores, incluida la final, instancia para la que la Conmebol exige ciertos pedidos. De todas formas, en caso de confirmarse el partido de la selección, la idea sería ampliar un poco la capacidad para intentar acercarse a los 42.000.
En cambio, hay dos reformas que el club debería realizar para recibir a la selección: ampliar los bancos de suplentes y mejorar el vestuario visitante, obras que el área de Planeamiento del club ya tenía previstas para este año. Y teniendo en cuenta que el posible partido sería en los primeros días de junio, los dirigentes rojinegros cuentan con tiempo suficiente para completar esas mejoras.
Lo mismo que la ampliación de la zona dedicada a la prensa, que seguramente deberá agrandarse debido a la enorme demanda de acreditaciones que genera la selección cada vez que juega.
De igual forma, si el Marcelo Bielsa es la sede elegida para un partido de la selección en estas Eliminatorias, primero deberá superar la revisión que seguramente harán AFA y Conmebol donde podrían aparecer detalles más técnicos respecto a otras mejoras que deba sufrir el estadio.
Sin embargo, el gran escollo para que se confirme este partido en Rosario será la misma AFA. Es que se percibió cierto enojo y malestar de algunos dirigentes de la entidad madre del fútbol argentino luego de la suspensión de los clásicos de verano. Y no sería extraño que desde calle Viamonte se opongan a que el partido se juegue en Newell’s. Algo que recién se podrá saber cuando se retomen las reuniones de comité ejecutivo en AFA.
Aunque hay una señal por demás de alentadora: Grondona ya hizo pública la posibilidad y hasta dijo que no podía negarse a ningún pedido de Lionel Messi. Ese parece hoy el principal sostén y argumento para pensar en que la selección juegue en la ciudad nuevamente.