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Lo que no se consume, se lleva: nueva etapa del plan «Los alimentos no se tiran»

Locales gastronómicos se suman para concientizar sobre el desperdicio de alimentos. Este jueves hubo un lanzamiento entre la secretaría de Medio Ambiente y Espacio Público de la Municipalidad junto a la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Rosario.

La secretaría de Medio Ambiente y Espacio Público de la Municipalidad de Rosario, junto a la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Rosario (AEHGAR), lanzó este jueves una nueva etapa del plan “Los alimentos no se tiran”, para que los locales gastronómicos pongan en conocimiento de sus clientes que pueden llevarse los alimentos que no fueron consumidos, como un paso más en el objetivo de disminuir su desperdicio. De esta manera, se puso en marcha la ordenanza aprobada en 2016 (Nº 9558) denominada “Sobras cero”, que fue impulsada por el concejal Enrique Estévez y el bloque del Partido Socialista.

Unos 80 locales gastronómicos del paseo Pellegrini y Pichincha ya se adhirieron a la normativa y cuentan con adhesivos identificatorios en la puerta y en las cartas de menú con la leyenda “los alimentos no se tiran”. En los próximos días, más locales del paseo comercial San Martín, Bulevar Oroño, la costa central y los patios de comida de los shoppings se sumarán a esta iniciativa que tiene como objetivo concientizar a los ciudadanos para comenzar a implementar cambios de hábitos y conductas contra el desperdicio y la pérdida de alimentos.

“Damos otro paso en esta iniciativa de «los alimentos no se tiran», que viene de la mano de los gastronómicos y hoteleros. La ciudad ha asumido el compromiso de trabajar en el desperdicio de alimentos como una política pública y eso lo hacemos a través del trabajo desde el Estado, con sectores de la actividad privada”, expresó la secretaria de Medio Ambiente municipal Marina Borgatello.

“Gracias a esta ordenanza que han sacado los concejales de la ciudad y al compromiso que asumen los locales gastronómicos del sector privado, hoy podemos decir que en Rosario llevarse los alimentos que no se consumen en los locales gastronómicos es un derecho y es la primer ciudad del país que lo tiene como derecho asumido”, celebró la funcionaria.

Por su parte, el presidente de AEHGAR, Rodrigo Pastor, indicó: “Nos parece una iniciativa muy positiva que podamos hacer una campaña para concientizar y que la gente sepa que puede llevarse esos alimentos. La realidad es que lo que no se consume en la mesa termina en la basura porque no hay otro uso ni una reutilización de los alimentos que sobran y que la gente no consume. Ya hay muchos establecimientos que se adhirieron, ahora es nuestra responsabilidad comunicarlo a todos, que se tome conciencia pudiendo hacer conocer la ordenanza y hacerla cumplir”, finalizó el empresario.

En tanto, Enrique Estévez, uno de los impulsores de la ordenanza, reflexionó: “Esto demuestra que el trabajo en conjunto entre el Estado y asociaciones o espacios que nuclean a distintos actores, es generalmente el primer paso para que las cosas se hagan realidad”.

“Se trata de pautas de conductas o hábitos que tenemos que cambiar, que cada uno tiene que hacer un cambio individual pero que también tenemos que colectivizarlo: generar consciencia respecto de la importancia de los alimentos y de la cantidad de alimentos que se tiran como residuos”, agregó el concejal socialista.

“Son debates que tenemos que dar como sociedad. Rosario es una ciudad que le presta atención a estos pequeños debates pero que encierran grandes cambios culturales, que son importantes ponerlos sobre la mesa”, concluyó Estévez.

La Municipalidad impulsa esta iniciativa en el marco de la ordenanza Nº 8335/08 que fijó la meta de llegar al año 2020 sin enterrar materiales que sean reciclables o aprovechables en rellenos sanitarios.

Un tercio de los alimentos que se producen en el mundo se pierden o desperdician a causa de prácticas inadecuadas o malos hábitos de consumo. Esto equivale a 1.300 millones de toneladas, mientras se estima que 870 millones de personas pasan hambre en el mundo.

En Argentina se desperdician 1,5 millón de toneladas de alimentos por día; en Rosario casi 200 toneladas diarias se arrojan a la basura, es decir que una persona desperdicia entre 1 kilo y 1,2 de alimentos por semana.

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