Este domingo se celebra –y de ahora en más cada 10 de febrero– el Día Mundial de las Legumbres. Así lo decidió el pasado 20 de diciembre de 2018 en Roma la Asamblea General de las Naciones Unidas, que aprobó tres nuevas resoluciones dando origen a iniciativas de sensibilización por cada una: además de las legumbres, las otras dos se centran en la sanidad vegetal y la inocuidad alimentaria. Se trata de dos nuevos días mundiales y un año entero dedicados a cuestiones fundamentales de la seguridad alimentaria y la nutrición a nivel global.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación celebró la decisión. En el caso de hoy, se busca mantener vivo el impulso positivo hacia las plantas leguminosas, que son saludables, nutritivas, ricas en proteínas y fijan el nitrógeno del suelo. La resolución continúa a la exitosa campaña por el Año Internacional de las Legumbres, que desplegó la FAO en 2016, destacando además que el cultivo de legumbres contribuye a la producción agrícola sostenible.
El Día de las Legumbres fue promovido por Burkina Faso, que en los fundamentos destacó que los cultivos de lentejas, porotos, arvejas, habas y garbanzos, entre otros, tienen múltiples virtudes, ya que son fuentes de abundantes proteínas y aminoácidos de origen vegetal para la alimentación humana, y ofrecen servicios ecosistémicos de valor incalculable, gracias a su capacidad –cuando se plantan como cultivos de protección o expresamente para producir alimentos– de fijar el nitrógeno atmosférico en los suelos. De media, aquellos cereales que se plantan después de haber cultivado legumbres producen 1,5 toneladas más por hectárea que aquellos cuyo cultivo no viene precedido de la plantación de legumbres, lo que equivale al efecto de 100 kilogramos de fertilizante nitrogenado.
La ONU hizo hincapié también en que los cultivos de legumbres pueden desempeñar un papel importante en la mejora de la equidad de género, recordando que suelen ocuparse de ellos las mujeres, y destacando también su alto contenido en hierro que contribuye de forma señalada a la salud de las mujeres en edad reproductiva. Las legumbres son además fuentes importantes de vitamina B, magnesio, potasio, fósforo y zinc, y ofrecen una opción dietética más rica en fibra y con menos calorías que los cereales.
Salud verde
La FAO y la Secretaría de la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (Cipf) también expresaron satisfacción por la decisión de proclamar 2020 como el Año Internacional de la Sanidad Vegetal.
Es que cada año se pierde hasta un 40 por ciento de los cultivos alimentarios del mundo debido a las plagas. Ante ello, resulta de vital importancia propiciar plantas saludables, tanto para la opinión pública como para los responsables de las políticas públicas. Para dar una dimensión del problema, sólo en términos económicos las enfermedades de las plantas cuestan a la economía mundial cerca de 220000 millones de dólares al año, y los insectos invasores unos 70.000 millones.
«El Año Internacional de la Sanidad Vegetal es una iniciativa clave para resaltar la importancia de la salud de las plantas para mejorar la seguridad alimentaria, proteger el medio ambiente y la biodiversidad e impulsar el desarrollo económico», explicó la directora general adjunta de la FAO, la caboverdiana María Helena Semedo.
La Asamblea General de las Naciones Unidas invitó a la FAO, junto con la Secretaría de la CIPF, a actuar como organismo líder para encabezar las actividades relacionadas con el Año Internacional de la Sanidad Vegetal, e instó a los gobiernos, sociedad civil y sector privado a participar a nivel mundial, regional y nacional. Entre los miles de eventos que se realizarán en todo el mundo en el transcurso de 2020, hay ya prevista una Conferencia Internacional sobre Sanidad Vegetal.
Finlandia propuso por vez primera en 2015 la celebración de este Año Internacional al órgano rector de la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria. En julio de 2017, la Conferencia de la FAO adoptó una resolución en apoyo a la propuesta.
«Las plagas y enfermedades no tienen pasaporte ni cumplen con las normas de inmigración y, por lo tanto, prevenir la propagación de estos organismos es en gran medida una empresa internacional que requiere la colaboración de todos los países”, explicó Jari Leppä, Ministro de Agricultura y Bosques de Finlandia.
«A pesar del creciente impacto de las plagas y enfermedades de las plantas, los recursos para abordar el problema son escasos –advirtió Semedo–. Esperamos que este nuevo Año Internacional de Sanidad Vegetal propicie una mayor colaboración mundial para apoyar las políticas de sanidad vegetal a todos los niveles, lo que contribuirá de forma significativa a la Agenda de Desarrollo Sostenible».
Periodistas vegetales
Y para el 7 de junio –que en la Argentina coincide con el Día del Periodista– la ONU instauró el Día Mundial de la Inocuidad Alimentaria, rindiendo homenaje a una cuestión cada vez más importante en los sistemas alimentarios altamente interconectados de hoy en día. “La FAO observa con satisfacción que la resolución de la ONU reconoció expresamente que no hay seguridad alimentaria sin inocuidad alimentaria».
Los alimentos nocivos causan más de 200 enfermedades en todo el mundo, incluyendo algunos tipos de cáncer, y ponen de relieve cómo la seguridad alimentaria y la lucha para erradicar el hambre van mucho más allá de los problemas relacionados con la producción y la distribución de alimentos.
Las enfermedades de transmisión alimentaria afectan a unos 600 millones de personas cada año y suponen un grave problema para la salud humana, en especial la de los niños pequeños y la de quienes viven en regiones del mundo de bajos ingresos. Además, los alimentos inocuos contribuyen de forma positiva al comercio, al empleo y a la reducción de la pobreza, destacó la ONU.
La resolución insta a la FAO y a la Organización Mundial de la Salud a facilitar la celebración del Día Mundial de la Inocuidad Alimentaria, promovido por Costa Rica, y a ayudar a atender la necesidad urgente de concienciar a la población sobre la importancia global de mejorar la inocuidad de los alimentos.
La resolución reconoce también el papel clave desempeñado por la Comisión del Codex Alimentarius –dirigida conjuntamente por la FAO y la OMS– y el Acuerdo de la Organización Mundial del Comercio sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias en el ámbito de la inocuidad alimentaria. La FAO colabora estrechamente con los Estados miembros para mejorar la capacidad para cumplir los requisitos internacionales y contribuir a formular las normas que rigen la inocuidad alimentaria.
La FAO y la OMS organizarán conjuntamente dos importantes conferencias internacionales sobre inocuidad alimentaria, una en Etiopía este mes en febrero y otra en Suiza en abril próximo.