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«Lo único que quiero son los huesos de mi hija»

A 7 años de la desaparición de Paula Perassi, su padre Alberto sigue buscando el cuerpo que nunca apareció. Hay 9 acusados , cinco de ellos policías que irán a juicio el año que viene

“Lo único que quiero son los huesos de mi hija”, dijo su papá Alberto en otro aniversario de la desaparición. Todavía no hay fecha para el juicio oral que sentará en el banquillo a un empresario y su esposa, una abortera y cinco policías.

Cada 18 de setiembre, cuando se cumple un nuevo aniversario de la muerte de Paula Perassi su padre Alberto repite :  “Lo único que quiero son los huesos de mi hija, decirle a mis nietos qué pasó con ella”. Paula  fue vista por última vez hace 7 años, cuando salió de su casa a buscar la tarea de uno de sus hijos y nunca regresó. La principal hipótesis de los investigadores es que la joven mamá, que tenía 34 años y estaba embarazada, fue obligada por su amante a practicarse un aborto que la llevó a la muerte. Hay nueve personas sospechadas de provocar y encubrir el crimen, entre ellas cinco policías.

El juicio oral y público está previsto para después del de Salta 2141, por lo que es probable que se celebre en 2019. “Hoy a siete años no sabemos qué pasó con Paula. Esperemos que aparezca el cuerpo, ese fue mi trabajo siempre»,  sostuvo Alberto en declaraciones a Radio Dos.

 

Desaparición

Paula estaba casada y tenía dos hijos que el día que desapareció tenían 2 y 6 años. Su familia recuerda que el domingo que salió había atendido un llamado al celular y antes de irse avisó que iba a buscar la tarea de uno de los chicos. Pero no volvió más. La investigación develó que Paula estaba embarazada de su amante, el empresario Gabriel Strummia, de Puerto General San Martín.

Según la pesquisa, el embarazo de pocas semanas había sido confirmado en un sanatorio de Rosario días antes de desaparecer, período en que se entrecruzaron con mayor frecuencia los  llamados telefónicos de Paula y Strummia. A principio, el empresario había negado la relación, pero luego la admitió y por las falsas pistas también se involucró su empleado Antonio Díaz.

Ante las primeras maniobras de encubrimiento y la falta de respuestas de la Justicia, la familia de Paula recurrió de forma desesperada a los medios y Alberto hasta llegó a encadenarse varias veces frente a los Tribunales de San Lorenzo, donde durante un año se caratuló la causa como “averiguación de paradero”.  El juez de instrucción Eduardo Filocco alcanzó a imputar al empresario y a su empleado por homicidio simple, pero luego adujo faltas de pruebas y retrocedió. Recién en abril de 2015 nueve personas fueron detenidas por pedido de la Fiscalía y el juez Juan José Tutau. Cayeron Strummia y su esposa Roxana Michl, el empleado Díaz y la partera Mirta Rusñisky por el delito de aborto sin consentimiento seguido de muerte y privación ilegítima de la libertad. Y cinco policías por encubrirlos e incumplir sus deberes de funcionarios públicos: El ex jefe de la Agrupación Cuerpos Adolfo Puyol, Jorge Krenz, Gabriel Godoy, Aldo Gómez y María Galtelli. Según esa acusación, Paula fue llevada a la fuerza a la casa de una partera en Timbúes, donde se presume que murió y luego hicieron desaparecer su cuerpo, que continúa siendo buscado hasta el día de hoy.

La situación procesal de los acusados continuó en puja en los Tribunales de Rosario. Todos fueron procesados y detenidos, luego recuperaron la libertad por un polémico fallo del camarista Adolfo Prunotto Laborde que más tarde revirtió la Corte Suprema de Justicia.

Actualmente, la causa espera que se fije fecha para un juicio oral y público. Mientras tanto permanecen  con prisión preventiva el empresario, su esposa y la abortera. Los cinco policías gozan de arresto domiciliario.

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