El conflicto que mantienen los trabajadores del sector siderúrgico nucleados en la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y el grupo empresario Techint sigue sin resolución luego del fracaso de una nueva audiencia en la sede del Ministerio de Trabajo de la Nación el jueves pasado.
Los trabajadores que esperan por el aumento salarial son las compañías Ternium, y Tenaris del Grupo Techint, mientras que con las demás empresas siderúrgicas alcanzaron un acuerdo paritario, en el marco de una reunión celebrada el lunes con la ministra Olmos presente.
En ese marco, la UOM convocó a un Congreso nacional, que originariamente iba a hacerse el jueves pasado pero se postergó por la aparición de una nueva instancia de negociación que no prosperó. Por lo pronto, el martes próximo en la localidad bonaerense de Campana se reunirán las autoridades del gremio metalúrgico y sus delegados.
Por lo pronto, la UOM tildó a Techint “de una actitud irresponsable que pretende perpetuar la pérdida del poder adquisitivo del salario de los trabajadores”. En ese orden, el Congreso Nacional del martes próximos “se evaluarán los pasos a seguir”, completaron. Concretamente, la negociación salarial es con la Cámara del Acero que componen las empresas del grupo Techint.
«Este sector empresario volvió a negarse en acordar una pauta salarial como la alcanzada con el conjunto del sector metalúrgico”, explicó en la audiencia Antonio Donello, Secretario General de la UOM Rosario, y agregó: “Hemos dado sobradas muestras de predisposición en las negociaciones y nos encontramos con este grupo empresario que tensa la cuerda para llevarnos a un escenario de conflicto en momentos difíciles del país”
Por lo pronto, el gremio que conduce a nivel nacional Abel Furlan señaló en un comunicado: “La postura del grupo empresario no responde a una incapacidad no económica, ni productiva. No existe causa ni excusa alguna que justifique su rechazo a pagar salario dignos a los trabajadores que generan las riquezas con las que acaban de comprar compañías internacionales como las mayores acciones en Usiminas por la suma de 132 millones de dólares y la adquisición del 100 por ciento de Bredero Shaw International por la suma de 166 millones de dólares”.