El jefe de Gabinete de la Nación, Marcos Peña, pasó este viernes por la ciudad de Santa Fe para respaldar a los candidatos locales de Cambiemos. En diálogo con la prensa, antes de regresar a Buenos Aires, aseguró que el gobierno nacional no corregirá el rumbo, a pesar de los indicadores de inflación y pobreza que empeoran mes a mes.
Peña compartió actividades con el intendente santafesino José Corral, candidato a gobernador por Cambiemos, y con su compañera de fórmula Anita Martínez. También estuvieron los postulantes a la intendencia de Santa Fe, Albor Cantard, y a la senaduría por La Capital, Adriana Molina.
Primero recorrieron el edificio Nido, en barrio Barranquitas, financiado por la Nación. Luego se reunieron con referentes, candidatos y voluntarios de Cambiemos para analizar la marcha de la campaña de cara a las elecciones primarias del 28 de abril.
Por último, el jefe de Gabinete dio una conferencia de prensa en el aeropuerto de Sauce Viejo donde aseguró que los indicadores de pobreza e indigencia, divulgados el último jueves por el Indec, “llenan de dolor” a los funcionarios nacionales, aunque a la vez ratificó el rumbo económico.
“El dato de la pobreza nos llena de dolor y nos hace redoblar el compromiso para transformar esa realidad”, indicó Peña. “Estar hoy en esta situación, con un número similar al que había cuando llegamos, es algo que no nos gusta. Esperábamos estar en otro lugar”.
El funcionario nacional aseguró que el empeoramiento de los indicadores sociales y económicos se debe a la crisis del año pasado y que la sequía y la caída del crédito a los mercados emergentes “es lo que generó esto”. Y completó: “Estábamos logrando salir adelante, pero esa combinación de factores nos golpeó”.
Peña comparó la situación actual, esta vez sin hablar de “tormentas”, con el Efecto Tequila de 1995. Y agregó: “La diferencia es que en esta recesión nosotros nos pusimos al frente y el presidente, con coraje, tomó las decisiones necesarias para acelerar las reformas que nos permitan pensar en una salida sustentable y a largo plazo. No es una salida de coyuntura”.
“Estamos haciendo hoy los deberes que todos los países vecinos hicieron 20 o 25 años atrás y el no haberlos hecho antes nos generó estos problemas. Nosotros estamos gobernando hace tres años, no hace 30. Nos dejaron un país fundido”, se quejó Peña.
Además, el jefe de Gabinete ensayó una suerte de autocrítica de la gestión, pero luego justificó el rumbo de la política económica: “Estamos mejor que hace tres años, por más que muchos indicadores estén parecidos, algunos incluso peor. Pero estamos mejor porque estamos construyendo una salida de verdad”.
Sin novedades sobre la deuda
Peña evitó definiciones sobre la deuda que mantiene la Nación con la provincia por descuentos irregulares sobre la coparticipación federal, aunque aprovechó para remarcar que ahora Santa Fe –igual que el resto de los distritos– recibe la coparticipación completa sin detracciones.
“No nos hemos puesto de acuerdo en lo que se llama ‘stock de deuda’, que es previa a nuestra llegada al gobierno. Hemos tenido múltiples instancias de conversación; si llegan a haber más fallos judiciales, nos sentaremos a charlar para tratar de encontrar una solución”, prometió Peña.
Por un fallo de la Corte Suprema de la Nación de noviembre de 2015, la Nación está obligada a devolverle a Santa Fe los recursos descontados de manera ilegal entre 2006 y 2015. Pero hasta ahora no hubo acuerdo político y esa deuda sigue lejos de ser saldada.
“Nuestro espíritu es federal y de apoyo a esta provincia”, añadió Peña, “dando vuelta una situación de vergonzosa discriminación política del gobierno (nacional) anterior, lamentablemente no siempre reconocida por el gobierno (provincial) actual”.
