En un informe oficial donde reafirmó su soberanía sobre los catorce territorios de ultramar el gobierno británico aseguró que “mantendrá su postura militar para defender las islas Malvinas”.
En un “Libro Blanco” que publicó ayer, la Cancillería del Reino Unido expresó que busca “fortalecer la unión con los territorios, la gobernabilidad y la planificación económica”. Sin embargo, el primer apartado está dedicado a defensa y seguridad, donde se reconoce que “la protección de los territorios y su gente es una de las responsabilidades más importantes que tiene el gobierno británico”.
El capítulo explica que “en el Atlántico Sur las fuerzas británicas mantendrán su postura militar para defender las Malvinas y otras islas”, en referencia a las Georgias del Sur, Sándwich del Sur, Santa Helena, Tristán de Acuña y Ascensión.
La Argentina denunció en reiteradas ocasiones la militarización de la región, tal cual lo hizo la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en su discurso de hace dos semanas en el Comité de Descolonización de Naciones Unidas, donde señaló que en Malvinas “hay un militar cada dos habitantes”.
El “Libro Blanco” también sostiene que el gobierno británico se asegurará que “los territorios sean capaces de comercializar, explotar sus recursos naturales y desarrollar sus economías en libertad, sin interferencias externas”.
El párrafo busca ser una respuesta a la denuncia argentina contra las empresas petroleras y pesqueras que realizan sus actividades en la plataforma continental argentina próxima a las islas.
“Son británicos”
El trabajo, que tiene por título «Territorios de ultramar: seguridad, éxito y sustentabilidad», cuenta con una introducción del primer ministro David Cameron donde sostiene que “la mayoría de las personas de estos territorios son británicos y donde deseen seguir siéndolo respetaremos y saludaremos esa elección”.
El informe termina con un resumen sobre la ubicación e historia de cada territorio. En el caso de Malvinas precisa que están a 480 kilómetros del punto más cercano del continente, pero nunca especifica que es Argentina.
Situaciones paralelas
La elaboración del informe fue anunciado en el Parlamento británico en noviembre del año pasado como una forma de detallar el papel que tiene el Reino Unido en los territorios que administra.
Entre estos territorios está Gibraltar, que es reclamado por España, y la isla de Diego García, donde sus pobladores originarios, los chagosianos, exigen regresar a su tierra, de la que fueron expulsados para que Estados Unidos pueda tener una base militar en el océano Índico.
Omisiones históricas
En su cronología histórica sobre Malvinas el informe británico omite decir que durante la ocupación de las islas, en 1833, se expulsó a los soldados argentinos que estaban junto a los colonos civiles del continente.
Tampoco habla de la soberanía española sobre las islas y, en ese sentido, sostiene que la colonia inglesa de Puerto Egmont se retiró en 1774 “por motivos económicos”, cuando hay documentos que certifican que fue por las quejas de Madrid.
Lo que sí explica el informe es que la Argentina continúa reclamando la soberanía sobre las islas Malvinas, aunque allí el gobierno británico insiste en “no puede haber negociación hasta que los isleños así lo deseen”.
En ese marco, celebra el referendo sobre el status político de las islas que se va a realizar durante la primera mitad del 2013.
El deporte y la política
El ministro de Deporte británico, Hugh Robertson, desestimó que la delegación argentina realice protestas por las islas Malvinas durante los Juegos Olímpicos de Londres, que tendrán lugar el mes próximo en Gran Bretaña.
“El Comité Olímpico Argentino le ha asegurado al Comité Olímpico Internacional que no están tratando de hacer ninguna cosa de ese tipo”, señaló Robertson al ser consultado por la prensa británica sobre posibles manifestaciones argentinas durante los Juegos.
“Nos preocupa que la Argentina vaya a utilizar los Juegos Olímpicos como una oportunidad para protestar por las islas Malvinas”, dijo la semana pasada un alto funcionario al diario The Sunday Times, sugiriendo que los olímpicos argentinos podrían lucir una cinta de luto en sus uniformes colmo señal de protesta.