El presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Ricardo Lorenzetti, habló sobre la denuncia que realizó contra él la diputada Elisa Carrió, aliada de Cambiemos, por supuesto enriquecimiento ilícito, y dijo que «ella no es el gobierno» y explicó que «es una causa judicial que ofrecí toda la información. «No me genera ninguna intranquilidad», afirmó.
«Siempre hubo gente que denuncia. Con el gobierno anterior también tuvimos denuncias de todo tipo, convocaban gente acá en la plaza», recordó.
En una entrevista publicada hoy en el diario español El País, Lorenzetti consideró que «algunas» presiones «hay que tolerarlas. Que un presidente o un periodista critique el fallo de la Corte forma parte del juego republicano».
«Otras presiones no son buenas y afectan a la independencia del Poder Judicial, como los ataques personales a un juez, a su familia, y eso lo hemos sufrido», puntualizó.
Acerca de si recibe presiones del nuevo gobierno, el presidente de la Corte las negó al señalar que «si uno tiene por objetivo concentrar poder, el paso es muy corto».
«Yo estaría mucho mejor en mi casa, he estado toda mi vida en el mundo académico. Estoy acá por los ideales. Si uno quiere disputar poder es muy desgastante», subrayó.
Para Lorenzetti, «siempre que la Corte tiene cuestiones importantes para resolver hay denuncias. No nos podemos guiar por eso, ni descender al nivel de las disputas menores».
Al evaluar a las presiones como «parte de la vida institucional», el magistrado señaló que «en la historia argentina la Corte fue un organismo siempre vinculado a las oscilaciones pendulares que ha tenido el país».
«Vamos 10 años en un sentido y 10 años en otro donde se cambia todo. Hoy por primera vez en la historia argentina tenemos una Corte que persiste en sus posiciones aún habiendo cambiado fuertemente la tendencia de gobierno», destacó.
Por último, admitió haber sido presionado por el gobierno de la ex presidente Cristina de Kirchner, aunque atribuyó esa situación a lo que consideró «parte del juego republicano».
«Cuando uno toma posiciones firmes en los valores que cree correctos, genera reacciones muy fuertes», afirmó el titular del máximo tribunal.