El par de acontecimientos tratarán de honrar y definir a una poderosa figura de la cultura popular que nació el 15 de septiembre de 1923 en Morón pero que se formó artísticamente en Saladillo, donde desde esa observación de la llanura construyó una mirada en la que el paisaje, la comunidad y lo social convivieron en bella y testimonial armonía.
Al calor del Nuevo Cancionero gestado en Mendoza, fue junto a Armando Tejada Gómez uno de los fogoneros literarios de un repertorio con una posición política que influenció a otros colectivos musicales en Cuba y en Chile, legando al menos dos zambas emblemáticas que han sorteado el paso del tiempo: «La Amanecida» (compuesta junto a Mario Arnedo Gallo) y «Zamba para no morir» (con música de Norberto J. Ambrós y Héctor A. Rosales).
Pero además de esa profusa actividad en torno a la canción popular con unas 400 piezas, realizó investigaciones sobre sus ancestros del pueblo originario Coliqueo, escribió una biografía (la única al momento) de Osvaldo Pugliese, y fue periodista y autor de poemas traducidos a varios idiomas en el mundo.
Por horario de aparición, en el transcurso del día en que Hamlet cumpliría 100 años se publicará Canciones para no morir, álbum sin fines de lucro donde participan Teresa Parodi junto al Coro de Sadaic y la dirección del maestro Damián Sánchez, Divididos con Mono Izaurralde, Orquesta Filarmónica de Mendoza y Jaime Torres, Víctor Heredia, los dúos Coplanacu y Orozco-Barrientos, León Gieco, Liliana Herrero, Raly Barrionuevo, Edith Rossetti y Popi Spatocco y Peteco Carabajal.
El elenco reunido entre temas cedidos, interpretaciones grabadas en discos, piezas en vivo y algunas inéditas, incluye a Mónica Abraham y Laura Albarracín, Mery Murúa y Paola Bernal con Migue Rivaynera, Gloria de la Vega y Josho González, Casiana Torres y Lucia Ceresani junto a Martín Castro, Litto Nebbia, Marián Farías Gómez, Lidia Barroso y Lucho González y Gabriel Senanes y Nancy Ocampo.
La extensa nómina de un registro que incluye la voz de Lima Quintana narrando sobre músicas propias «Gente necesaria», «Situación personal», «No veo el cielo madre» y «Elogio del silencio» también incluye a Susanna Moncayo con Oscar Alem, Carlos Bergesio, Julio Lacarra, Cuarteto Karé, Miguel Ángel Toledo, José Ceña, Eli Fernández y Lucrecia Rodríguez, Enrique Llopis, Carlos Bergesio y Mario Díaz, entre más.
Algunas de las gemas que contiene el repertorio de 27 estaciones que dan cuenta de esa prolífica faceta del escritor (que en 78 años de vida, además, publicó una treintena de libros de poesía, ensayo y prosa), son la tonada «Yo no me voy de la vida», «Espejo de los dos», «Zamba de Chilecito», «La Cuatrereada», «Hermano» y «Zamba del duraznillo».
El registro cierra con la obra «Transferencia», poema de Hamlet leído por sus hijos Felipe Lima, Juan Martin Lima y Germán Lima que añade el sonido del bandoneón de su nieto Martín Lima.
El proyecto cuenta con el apoyo del programa de Mecenazgo Cultural de la Ciudad de Buenos Aires y el aporte del equipo de producción (integrado por Silvia Majul en producción general y dirección, José Ceña en producción artística y el aval y acompañamiento de la familia Lima Quintana) y de la totalidad del elenco.
«Buscamos que a la totalidad del elenco la uniera el respeto y admiración por la obra y una trayectoria cercana a ese compromiso que nos legara Hamlet», señaló José Ceña a la agencia de noticias Télam sobre su trabajo para el disco.
Acerca de lo realizado para la hechura del material, el músico, compositor y productor apuntó que se emplearon dos criterios: «Primero se realizó un relevamiento de los temas ya grabados y allí apareció una revelación para nosotros, con un poema musicalizado por Litto Nebbia; y la otra línea de trabajo fue seleccionar temas a grabar, o sea, versiones nuevas que dejan un aporte muy valioso».
Ceña resaltó sobre el emprendimiento que la razón que motiva a realizar este homenaje, más allá del centenario, «es la vigencia del mensaje de Hamlet y la necesidad de escuchar poesías y letras de canciones bellas y fundamentales para alejarnos, entre otras cosas, de la vulgaridad y la frivolidad».
Y en esa cuerda subrayó: «Su aporte es atemporal con poesía de alto vuelo y un compromiso social donde la condición humana es relevante, por lo que creo que debería ser una fuente de inspiración y consulta permanente para las nuevas generaciones».
Desde las 20 y en el Auditorio Nacional del CCK, en tanto, se producirá el demorado estreno en Argentina de la cantata Diario del regreso, de inspiración guevariana, a cargo de la Orquesta Nacional de Música Argentina Juan de Dios Filiberto y del Coro Nacional de Música Argentina, bajo dirección de Mariano Chiacchiarini y con Juan Iñaki en la voz solista como artista invitado.
Con cuatro movimientos y 14 piezas (por ser este 14 de septiembre el día del nacimiento del revolucionario argentino-cubano), la obra fue grabada en el año 2000 con Jairo en la voz principal, pero nunca se escuchó en vivo en el país.
Germán Lima contó a Télam que la cantata «sí tuvo su estreno el 14 de junio del 2000, al cumplirse 72 años del nacimiento del Che, en la plaza Ernesto Che Guevara, sobre la explanada del memorial en Santa Clara, Cuba. La puesta estuvo a cargo de Oscar Cardozo Ocampo, junto a un grupo de músicos argentinos y la Orquesta Sinfónica de Santa Clara y fue cantada por Jairo con la presencia de Hamlet Lima Quintana».
«Unos días después se hizo una segunda función en el teatro Carlos Marx, de La Habana, con los mismos participantes argentinos y la Orquesta Sinfónica de La Habana», agregó uno de los hijos del autor.
Dora Giannoni, autora de Antología: Poesía necesaria (2008), sobre Lima Quintana, recordó: «Cuando Hamlet estaba escribiendo la obra sobre Guevara él me decía: «Vos sabés que yo siento una especie de inspiración tan grande que es como si el Che me lo dictara»; y es muy posible que a artistas de su talla les sucedan esas iluminaciones que vienen de otra dimensión».
Escritora, docente, amiga personal del artista y esposa de Armando Tejada Gómez, Giannoni sostuvo que se trata de «uno de los enormes poetas que tiene esta patria, es un poeta muy grande en serio y un típico exponente de la poesía de la llanura tomada muy en serio y en profundidad».
«Pero además -se explayó- fue tan prolífico, tiene tanta obra y, por otro lado, no solamente como poeta, también fue compositor, cantor, guitarrero, músico y hasta pintor, faceta esta última por la que obtuvo un premio en Morón en los años 50».
Sin embargo, Giannoni reflexionó: «Al igual que sucede con Armando, Hamlet es más conocido por sus canciones, pero toda su obra es una invitación a a buscar fundamentos y contenidos en tiempos de tanto negacionismo, de tanta frivolidad, de semejante vacío».
Por esas características presentes en la producción artística de su amigo centenario, Dora propuso que «como no se puede amar lo que no se conoce, a Hamlet hay que leerlo, difundirlo y usarlo en las escuelas para redescubrir su enorme vigencia».