Los odontólogos de toda la provincia cortaron este jueves la atención a Pami por incumplimientos en el pago de haberes. Son 250 profesionales que cargan con seis meses de deuda en el reintegro de las prótesis y 60 días de atraso en lo que cobran por las cápitas. A diferencia del año pasado, por una resolución del Colegio de Odontólogos de Santa Fe la obra social no podrá contratar nuevos dentistas sin resolver antes el conflicto gremial. El reclamo de los odontólogos de Pami apunta también al valor de la cápita, hoy en 15 pesos. El último aumento del año pasado fue de 2 pesos. En promedio, un profesional gana 10.500 por mes con el máximo de 700 cápitas, mientras un médico cobra mínimo 18 mil por la misma cantidad.
En diálogo con El Ciudadano, representantes del Gremio Ondontológico Argentino explicaron que cortaron el servicio porque la situación de los dentistas de Pami es insostenible. Los 250 profesionales que atienden en toda la provincia arrastran seis meses de deuda en el pago de prótesis y 60 días en las cápitas. Piden también un aumento de ese valor. El último incremento fue el año pasado, cuando pasó de 13 a 15 pesos. La cápita de los médicos es de 26 pesos y además cobran 82 más por la consulta. Con el máximo de 700 cápitas un dentista llega a 10.500 pesos al mes, un médico mínimo 18.200 sin contar el valor de las consultas. “Reclamamos que se liquiden las deudas y que tengamos una discusión seria sobre el valor de la cápita que está muy desactualizado”, explicaron.
“Desde Pami no nos dan ningún tipo de respuesta. El único canal de comunicación que tenemos es con los empleados administrativos que nos dicen que no hay presupuesto y que no les envían los pagos”, agregaron desde el gremio.
El reclamo de los dentistas llega este año con el respaldo del Colegio de Odontólogos. A fines del año pasado la organización resolvió que ante un conflicto gremial de paro Pami no podrá contratar nuevos profesionales. De hacerlo será sancionado. “Con la resolución Pami no puede echar a ningún profesional para contratar a otro, ningún odontólogo puede ocupar el lugar de otro que está de paro. Si el Pami no soluciona este conflicto se queda sin odontología”, dijeron desde el gremio.
En conflicto
El reclamo del Gremio Odontológico Argentino por las deudas de Pami con sus afiliados tomó fuerza el año pasado. Desde fines de 2016 sus representantes denunciaron incumplimientos en los pagos y reclamaron el aumento de las cápitas. En junio de 2017 la obra social despidió a Norma Cáceres, delegada local y la cara visible de los pedidos. Tenía 15 años de antigüedad y la desvinculación fue sin causa. El despido llevó a un reclamo de distintos gremios que denunciaron persecución política y finalmente la decisión fue revertida.
Un mes después, desde la administración central informaban que el Pami de Rosario había sido intervenido. La directora Milva Sánchez fue desplazada y varios integrantes de su administración fueron suspendidos. La gestión cargaba con meses de mala imagen. A los habituales retrasos en los pagos a los profesionales de la salud y el despido de Cáceres se sumaron la quita de cápitas a las prestadoras privadas que dejó a gran parte de las localidades del sur santafesino sin atención y la muerte de una anciana de 83 años de San Lorenzo a la que le negaron la internación en Rosario. Sánchez había asumido con el gobierno de Cambiemos y para los jubilados fue la cara del ajuste. Desde la conducción de Pami a nivel nacional informaron la suspendieron luego de una auditoría en la que detectaron irregularidades que llevaron a abrir una investigación interna. El interventor nombrado fue Diego Norberto Villalvilla, socio de un funcionario de Cambiemos en la empresa Soluciones Integrales para Empresas de Salud SA. Estuvo pocos meses hasta que se nombró al actual director Aristíades Lasarte.