Tres jóvenes fueron acusados esta semana de integrar una asociación ilícita con la que se cometieron dos estafas telefónicas en agosto y septiembre de 2021 por un monto cercano a los 300 mil pesos. Tras la audiencia imputativa se les dictó prisión preventiva hasta el 20 de diciembre próximo.
Según la acusación del fiscal Mariano Ríos, el ardid que utilizaron fue comunicarse por teléfono con personas mayores y decirles que eran empleados bancarios para conseguir sus datos personales, claves y contraseñas, información que luego utilizaron para entrar a sus cuentas de manera remota a través de Home Banking, transferir el dinero y extraerlo.
La audiencia imputativa se realizó este lunes en el Centro de Justicia Penal. Los acusados fueron identificados como Lucas Daniel A., de 27 años, Carlos Ezequiel Q., de 34, y Miguel Ángel O., de 39.
El fiscal Ríos le atribuyó al trío los delitos de asociación ilícita y dos estafa en calidad de coautores, tras advertir que hay más sospechosos individualizados y otros que aún permanecen sin identificar.
Por esos delitos solicitó la prisión preventiva, medida cautelar que el juez Florentino Malaponte aceptó hasta el próximo 20 de diciembre, fecha en que la Fiscalía podrá solicitar su prórroga.
Entre sus argumentos, el fiscal dijo que los tres acusados eran parte de una asociación ilícita que cometía delitos de manera organizada y que elegía a víctimas mayores de edad.
Las estafas telefónicas consistieron en entablar comunicaciones telefónicas haciéndose pasar por empleados bancarios y de esa manera obtener información confidencial de los clientes de distintas entidades.
Una vez que obtenían información de claves y contraseñas del Home Banking (que permite realizar operaciones de manera remota) sacaban dinero que luego transferían a cuentas pertenecientes a los miembros de la banda. Una vez realizada la maniobra, extraían el dinero robado desde cajeros automáticos.
Para el fiscal, los integrantes de la banda cumplieron distintos roles tales como la planificación, ejecución, suministro de logística a través de la provisión de cuentas bancarias y extracción del dinero.
Una de las víctimas, según informó la Fiscalía, fue un hombre de 79 años al que el 7 de agosto de 2021 le sacaron 250 mil pesos. Se comunicaron con él vía WhatsApp y lo engañaron haciéndole creer que conversaba con un empleado bancario de plataforma de pago. De esa manera, sin levantar sospechas obtuvieron datos sensibles como la clave y contraseña de su Home Banking y así transfirieron 250.000 pesos a la cuenta de Miguel Ángel O., quien luego volvió a transferir ese dinero a otras cuentas a nombre de Lucas Daniel A. y Carlos Ezequiel Q.
Ellos dos, a su vez, fueron imputados de otro hecho que tuvo lugar casi dos meses después, el 29 de septiembre de 2021, bajo la misma modalidad. La víctima, un hombre cuya edad no trascendió, también brindó sus datos en una comunicación por WhatsApp creyendo que se los pedían del banco del que era cliente y luego de obtener esa información realizaron dos transferencias vaciándole la cuenta que tenía poco más de 50 mil pesos. Esas transferencias, una de 25.904 pesos y otra de 30 mil, fueron enviadas a cuentas de otra entidad de la que luego se realizaron varias transferencias más por montos más bajos que luego fueron retirados para “imposibilitar su retención”.