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Los barrios Agote y Pichincha rindieron homenaje al médico rural Esteban Maradona

El acto fue en el último domicilio en el que vivió, en Castellanos 321, y contó con la presencia del intendente, quien ponderó su legado: "Entender que la salud es pensar y construir comunidad"

El intendente Pablo Javkin encabezó el acto homenaje al médico argentino Esteban Laureano Maradona, en el marco del Día del Médico Rural que se celebra todos los 4 de julio en su honor. La actividad, que en realidad se desarrolló el miércoles, incluyó el descubrimiento de una placa conmemorativa en Castellanos 321, fue organizada por la Asociación Vecinal que lleva su nombre, junto a familiares del recordado referente sanitarista con el apoyo de la Secretaría de Cultura de la Municipalidad.

En la ocasión se descubrió una placa «en Homenaje al Dr. Esteban Laureano Maradona», médico rural, naturalista, escritor y filántropo argentino. La placa fue colocada en el último domicilio donde vivió Maradona en la ciudad de Rosario, en Castellanos 321, donde actualmente reside su familia. En su honor, desde el año 2001 se celebra cada 4 de julio el Día del Médico Rural conmemorando su natalicio.

“Quiero destacar que Maradona fue un adelantado a su tiempo, y su legado es lo que hoy necesitamos todos. Entender que la salud es pensar y construir comunidad, algo que hizo como nadie y que hoy necesitamos más que nunca”, dijo Pablo Javkin, acompañado por el secretario de Cultura y Educación, Dante Taparelli, y el director de la Vecinal, Victor de Batista.

«Y también, viendo acá a muchos miembros de comunidades originarias, recordar que Maradona nos enseñó que las sociedades se hacen mejor cuando integran, cuando se amalgaman todas las culturas”, destacó. En este sentido, el intendente ponderó que Esteban Laureano Maradona «era una persona que no evangelizaba, aprendía y construía, sin imponer, sino participando”.

Javkin también observó que Maradona fue “el ejemplo de la sencillez, porque la austeridad es un valor que construye ciudadanía. Estamos en la que fue su casa, donde trabajó y enseñó hasta su último día de vida, en un barrio, sin privaciones pero sin la necesidad de ostentar nada, salvo la obra de bien como la que él construyó”.

Por último, el intendente expresó que “es uno de los privilegios que tiene esta ciudad de poder celebrar la memoria de alguien tan valioso como Laureano”.

 

Los dos Maradonas

En tanto el secretario de Cultura evocó que “Maradona se convirtió en un ícono de salud, de bienestar y de convivencia de los pueblos qom, puso en escena el valor de la vida en la naturaleza, de las plantas y sus técnicas con las que él mismo sobrevivió a una enfermedad 9 años más, ya que vivió casi hasta los 100 años”.

Asimismo, Taparelli expresó: “Además del honor de que él haya vivido un tiempito en nuestra ciudad, está el tema del apellido Maradona. Nosotros tenemos dos Maradonas, uno que nos hizo conocidos en el mundo por el fútbol, por sus destrezas, su tesón y temperamento, y el otro, que hasta el último momento de su vida nos brindó su conocimiento. Necesitamos de las dos fuerzas-Maradona, de los dos ejemplos para tener fuerzas y poner en escena las reservas que tenemos de supervivencia para el tiempo que se viene”.

El acto conmemorativo, en el que también se proyectó un video realizado por Julio Vacaflor para el programa La Mamadera con una entrevista al honorable médico, fue organizado por la Asociación Vecinal Doctor Maradona, y al encuentro acudieron diferentes actores y referentes de instituciones culturales, educativas y deportivas de los barrios Agote y Pichincha, en particular de las escuelas Gurruchaga y Goyena; del Jardín Maradona y el Merendero Maradona, y miembros de la comunidad qom, a la que Maradona dedicó años de trabajo comunitario. También participaron integrantes de la Agrupación Soldados de Malvinas.

Su legado

Esteban Laureano Maradona nació el 4 de julio de 1895 en Esperanza, provincia de Santa Fe, en el seno de una familia de próceres sanjuaninos. En 1926 se graduó de médico en la Universidad de Buenos Aires con diploma de honor.

Médico rural, naturalista, escritor y filántropo, autor de obras científicas sobre antropología, flora y fauna, vivió 50 años en una remota localidad de la provincia de Formosa, renunciando a todo tipo de honorario y premios.

Su vida, que él resumió como “un eterno aprendizaje”, fue una continua superación de desafíos. De profunda vocación altruista, trabajó siempre con una gran humildad por la calidad de vida de los pueblos originarios y los más necesitados, quienes lo rodearon de afecto y reconocimiento.

“El médico de los pobres”, como se lo llamaba popularmente, murió en Rosario el 14 de enero de 1995, a los 99 años. El doctor Maradona escribió: “Se dice que vivir en austeridad, humilde y solidariamente es renunciar a uno mismo. En realidad, es realizarse íntegramente como hombre en la dimensión magnífica para la cual fue creado”.

 

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