A la vera de la autopista Santa Fe-Rosario, en la zona norte del ejido urbano de la ciudad de Santo Tomé, se desarrollaron en las últimas cuatro décadas countries, barrios privados, hoteles y predios deportivos. Sus propios habitantes aseguran que allí viven más de 10 mil personas en forma estable y, con ese argumento, iniciaron gestiones para emanciparse de la Municipalidad de Santo Tomé y formar su propia ciudad.
Los principales motivos que plantean son de carácter económico: los vecinos que viven en esos barrios cerrados, desarrollados en lo que se conoce como Distrito de Urbanizaciones Especiales, aseguran que no reciben de parte del municipio ni obras ni servicios acordes al volumen de los tributos que pagan todos los meses. Según datos del Concejo Municipal, una quinta parte del total de la recaudación de la ciudad surge de esos contribuyentes.
En la zona que busca emanciparse de la ciudad hay ocho barrios privados –El Paso, La Tatenguita, El Pinar, Aires del Llano, Solares del Paucke, Altos de la Rivera, Dos Lagunas y Las Almenas– y otros dos en desarrollo. También funcionan allí una decena de predios deportivos, principalmente de clubes de rugby y hockey, además del hotel y del predio de entrenamiento del Club Atlético Colón de Santa Fe. Otros tres barrios de Santo Tomé –El Chaparral, Costa Azul y Santo Tomás de Aquino– forman parte del mismo espacio geográfico.
Los vecinos que impulsan la emancipación se encuentran organizando una asociación civil para darle entidad a sus reclamos y presentar, desde allí, el proyecto para crear una nueva ciudad llamada Villa Pai Sumé. El nombre alude a una figura guaraní presente en las leyendas del Paraguay; Pai Sumé sería quien le comenzó a dar uso a la yerba mate y le enseñó a su comunidad el uso del mate, la agricultura, la siembra de maíz y mandioca.
Si bien el proyecto para la separación de Villa Pai Sumé de la ciudad de Santo Tomé aún no tomó estado formal –el tema debe discutirse y aprobarse en la Legislatura provincial–, en el Concejo local ya hay una iniciativa que se opone a la idea planteada por los vecinos de los barrios cerrados. La elaboró el actual concejal del PJ y ex intendente de Santo Tomé Ángel Piaggio.
Piaggio presentó una resolución para que el Concejo de Santo Tomé se dirija a las cámaras de Diputados y Senadores de la provincia manifestando “la oposición a todo proyecto tendiente a generar una secesión en nuestra ciudad, reafirmando la identidad e integridad de Santo Tomé en todo su territorio, solicitando además que se garantice la plena vigencia de los derechos constitucionales que refieren a la autonomía municipal y al carácter representativo de nuestra democracia”.
“Esta parte de la ciudad, que alguna vez fue zona rural y suburbana, ha tenido un crecimiento poblacional sostenido en los últimos 40 años, pero en los últimos 12 años su crecimiento fue exponencial, habida cuenta de la proliferación masiva de emprendimientos inmobiliarios. Desde este espacio político, tanto en funciones de gobierno como de oposición, nuestra postura siempre ha sido muy celosa respecto de habilitar indiscriminadamente este tipo de emprendimientos y nos hemos manifestado en contra de muchas iniciativas que a nuestro criterio constituían excepciones que redundaban en grandes beneficios económicos para los emprendedores inmobiliarios en detrimento de las arcas municipales”, añadió el ex intendente.
Hasta el momento, la actual intendenta de Santo Tomé, Daniela Questa (UCR-Frente Progresista), no se ha manifestado sobre el tema.
Los motivos
Los habitantes de los countries señalan que llevan años casi sin recibir asistencia del Estado municipal y que atienden con sus propios recursos las necesidades y los servicios de una zona que se ubica entre las de mayor expansión poblacional en toda la región. Según ellos, formar su propia ciudad les permitiría gestionar soluciones de forma más cercana y eficaz.
Un borrador del proyecto, publicado por Uno Santa Fe, da cuenta de los argumentos que presentarán los habitantes de esos barrios al momento de llevar el tema a la Legislatura. En primer lugar, aseguran que el pago de la tasa de urbanizaciones privadas que cobra la Municipalidad no redunda en mejores servicios; por el contrario, fue a través de las expensas que percibe cada complejo que se pudieron realizan en los últimos años las obras de cloacas. Con esas expensas también mantienen los sistemas de alumbrado público, de recolección de residuos (dentro de los complejos), el desmalezado, la fumigación, el riego, la seguridad privada y el arreglo de las calles internas.
En otro tramo, el proyecto habla de “constituir una localidad independiente a los efectos de poder administrarla con recursos propios, no solo para consolidar el desarrollo local y potenciar las condiciones de vida de residentes y trabajadores; sería un gran logro y anhelo de toda una zona que, desde sus inicios, se vio postergada en un núcleo urbano dinámico y progresista”.
En la zona que busca emanciparse hay una Iglesia y un centro comercial. Pero no hay escuelas, ni jardines de infantes, ni centros de salud. Uno de los voceros del proyecto, Darío Claría, vecino del barrio Dos Lagunas, explicó que pretenden “colaborar con el municipio” y que propusieron, entre otras cosas, generar una posta sanitaria “pero no hemos tenido respuesta”.
Claría apuntó que “no es una cuestión de estar en contra de nadie, sino que estamos exigiendo lo mismo que cualquier ciudadano común. El problema es que no tenemos respuestas. A estos reclamos los hemos planteado en muchas oportunidades, por eso ahora estamos conformando una asociación civil para que el reclamo tenga otro valor”.
Economía y geografía
Del el último presupuesto municipal, se desprende que la recaudación que surge desde el Distrito de Urbanizaciones Especiales representa casi el 20% del total de ingresos en concepto de Tasa Municipal, según indicó el concejal del PJ Rodrigo Albizo.
“Este es un tema preocupante y que hace muchos años estamos trabajando, desde que nos tocó asumir en la gestión del Concejo que nos venimos reuniendo con distintos representantes de distintos barrios”, comentó el edil, para quien la separación de los barrios privados “le haría bastante mal a la ciudad, no solamente por la cuestión económica, sino también por una cuestión geográfica”.
“Es entendible el malestar de los vecinos, nosotros nos ponemos siempre del lado del vecino y en este caso entendemos la situación que están viviendo, que es una constante en toda la ciudad de Santo Tomé. No es solamente la zona del Distrito de Urbanizaciones Especiales”, agregó Albizo al mencionar los problemas con la prestación de los servicios básicos –barrido, iluminación, limpieza, accesos y seguridad– en otras zonas de Santo Tomé.
“Hay que buscar una solución intermedia. Hay proyectos que son interesantes para trabajar. Creemos que sería importante destinar una parte de lo que se recauda por tasas especiales al Distrito de Urbanizaciones Especiales. Si nosotros recaudamos el 20% del total de la tasa desde allí, una parte, obligatoriamente, el Estado municipal debería invertirla en proyectos de la zona, nos parece lógico”, añadió el concejal.
La cuestión legal
En la provincia de Santa Fe, para que una localidad sea considerada ciudad debe tener, al menos, 10 mil habitantes. Cuando una comuna supera ese número, la Legislatura impulsa, debate y sanciona la creación de una nueva ciudad.
El caso de Villa Pai Sumé es diferente porque se trata de una zona geográfica dentro de una ciudad, Santo Tomé, que tiene más de 70 mil habitantes. Si bien la competencia legal está en manos de la Legislatura, que por Constitución es la encargada de fijar los límites municipales, hay jurisprudencia de la Corte Suprema de la Nación que establece que son los municipios, por su autonomía constitucional, quienes tienen la potestad de tomar ese tipo de decisiones, aun cuando la provincia (a través de la Legislatura) pretenda avanzar en sentido contrario. En otros términos, sin el acuerdo de la Municipalidad de Santo Tomé, el proyecto de la nueva ciudad no podrá prosperar.