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Los bomberos se reequipan

Los voluntarios de Rosario lograron adquirir nuevos trajes para la lucha contra el fuego merced a la solidaridad que despertó su actuación en la tragedia de calle Salta. Aún así los recursos son escasos.

A través de subsidios nacionales, provinciales y municipales y gracias al aporte de empresas que operan en la región, la comisión directiva de la Asociación de Bomberos Voluntarios de Rosario comenzó a renovar equipamiento adquiriendo 25 trajes de fabricación nacional a utilizar por las casi 70 personas que conforman el cuerpo activo de la institución. Según reconocieron voceros de la entidad, el protagonismo adquirido en la tragedia de calle Salta se tradujo en un brote de solidaridad que contribuyó a potenciar el equipamiento de esta cuadrilla que prontamente se mudará a la zona oeste de la ciudad, desde donde espera brindar una mejor respuesta ante accidentes (ver recuadros).

En una pequeña ceremonia celebrada en el cuartel ubicado en Rioja 2860 se hizo entrega de pantalones y chaquetones gruesos producidos en el país, homologados bajo normas de seguridad internacionales y con un costo individual cercano a los 10 mil pesos, para los trabajadores que allí se desempeñan. “Más allá de los gastos diarios, ésta es la compra más significativa”, analizó Eduardo Félix López, presidente de la comisión directiva de Bomberos Voluntarios.

En contacto con El Ciudadano, el bombero retirado con más de 25 años de trayectoria contó que como institución reciben un subsidio mensual municipal, dos ingresos semestrales de la provincia y uno anual del Ministerio del Interior de la Nación que, con la ayuda de entidades privadas, conforman un pozo destinado a la adquisición y mantenimiento de equipos. En este sentido, detalló que dos de los trajes incorporados fueron donados por la Subcomisión del Hincha de Newell’s Old Boys, organizadora de una rifa solidaria. “Nuestra actividad es muy amplia y variada y las necesidades van por ese mismo camino. Hay una necesidad diaria de productos de limpieza y comida para aquellos que hacen la guardia, que se suma a los elementos que se van deteriorando con el paso del tiempo”, explicó. Entre los objetos de primera necesidad aparecen “equipos y herramientas”, cuyo costo resulta muy elevado en relación con los subsidios que se reciben. Sin embargo, también es indispensable el mantenimiento de los vehículos: “Hace un tiempo tuvimos que comprar cubiertas para un móvil y gastamos 6 mil pesos”, detalló López.

Actualmente, los Bomberos Voluntarios cuentan con dos autobombas que representan “un gasto constante” producto del “fuerte desgaste” que sufren cada vez que se las utiliza. Por tal motivo, destacó que cada inversión se hace en “repuestos originales buenos y nuevos”. De este modo, invitó a “cualquier institución que quiera y pueda dar una mano” a acercarse ya que cualquier aporte será bienvenido. “No hace falta venir con dinero. Hay empresas que colaboran con botas, cascos; y preferimos eso, que nos traigan cosas, que vengan y conozcan nuestras necesidades. Es una manera de dar mayor transparencia y seriedad, además de la satisfacción de saber que lo que se trae se va a usar”, completó López.

A otro sitio para mejor servicio

El gobierno provincial gestiona la mudanza de los Bomberos Voluntarios hacia un predio ubicado en Mendoza y Circunvalación, en el oeste de la ciudad. El cuerpo dejará de funcionar en el lugar donde está ubicado actualmente (Rioja entre Ovidio Lagos y Riccheri) tras el vencimiento de la concesión otorgada algunas décadas atrás. A raíz de ello, el Ejecutivo provincial ofreció la utilización de un predio que pertenece a Aguas Santafesinas, lo que cuenta con el visto bueno de la agrupación. “Ésta es la voluntad política. La idea de conformar un cuartel allí es que nos permitirá una asistencia más inmediata por la ubicación”, afirmó Eduardo Félix López. En ese sentido reflexionó que la mudanza permitirá hacer foco sobre una zona con gran presencia de industrias y por la que circula una gran cantidad de vehículos de porte. “La idea es tomar esa vía (por Circunvalación) que nos permitirá estar en 15 o 20 minutos en cualquier lugar de la ciudad. Esperamos poder concretar la mudanza para fin de año o comienzos del que viene”, sintetizó.

Un antes y un después

La tragedia ocurrida el pasado 6 de agosto en el edificio de calle Salta 2141 representó, según relató el propio Eduardo Félix López, “un momento bisagra a nivel social y humanitario” para todos los rosarinos. “Indudablemente fue un antes y un después en todo sentido. Hoy en día son muchos los que se acercan a colaborar. Después de ese hecho nuestra labor cobró mayor protagonismo. La gente tomó conciencia de la función que cumplimos, que es simplemente, o grandemente, ser bomberos”, observó el representante del cuerpo.

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