El cuartel de Bomberos Voluntarios de la ciudad se encuentra en Rioja al 2860 desde hace 45 años. No es un terreno propio sino que está cedido y comparte espacio con Bomberos Zapadores. Hace unos años que la Municipalidad de Rosario cedió, por 99 años, un predio ubicado en Suipacha y Presidente Perón para el personal tenga un lugar más grande, más seguro, más operativo y con salidas más ágiles a toda la ciudad. En enero de este 2024 la desarrolladora MSR recibió un correo electrónico por parte de la cooperativa en el que le solicitaban apoyo con la donación de materiales para la construcción de la nueva sede. Gabriel Redolfi, dueño de la constructora, dobló la apuesta y decidió donar el proyecto completo para su creación y para el posterior pedido de recursos que se necesitarán.
El anteproyecto ya está terminado y una vez que esté aprobado y con el capital que se cuente se comenzará esta obra que es un desafío para MSR y un gran aporte a toda la comunidad.
“Cuando recibimos el mail de la cooperadora, nos entrevistamos y nos contaron que necesitaban materiales. Les pedí saber cuántos materiales necesitaban, si me facilitaban el proyecto, a lo que me respondieron que habían avanzado algo, pero que no tenían nada en concreto. Es por ello que les explique que antes que eso tenían que tener un proyecto armado con un cálculo de estructura, un diseño, un estudio de suelo, etc.”, repasó Redolfi el inicio de la colaboración.
Guillermo Saucedo, presidente de la comisión directiva de Bomberos, explicó que desde hace tiempo tomaron nota de la necesidad de tener un cuartel propio. Son, dijo, 65 bomberos de cuerpo activo y hay 27 aspirantes que ingresarán a fin de año. Es decir que en el lugar trabajan unas 90 personas en una labor esencial para la ciudad.
La desarrolladora con más de 22 años de trayectoria respondió al pedido con la donación del proyecto que, además, fue todo un reto para la empresa. “Fue una experiencia nueva, fue salir de las competencias inconscientes para pasar a las competencias conscientes, uno no diseña todos los días un cuartel de bomberos”, destacó Redolfi.
Además del desafío propio para la desarrolladora, es un aporte a la comunidad, un granito de arena y la devolución de algo de todo lo que la ciudad les ofreció, aseguró Gabriel, que se define como un apasionado de su profesión.
El diseño apunta a un cuartel funcional, fácil de construir y escalable por etapas teniendo en cuenta a que no se tendrá el dinero o los recursos para construirlo de entrada en su totalidad.
El diseño es específico por la funcionalidad del lugar: contempla el recinto de los EPP (elementos de protección personal), un espacio para que, cuando los bomberos vuelvan de los siniestros, puedan lavar los equipos contaminados, otro vestuario para sus elementos personales, una cocina, dormitorios, una sala de guardia, un gimnasio. Y, por supuesto, el lugar para estacionar los camiones autobomba. La idea está desarrollada en dos plantas que se irán construyendo en base a la prioridad de necesidades.
Redolfi explicó que lo que se proyecta es un gran contenedor de 30 metros por 30 metros en cuyo interior se irán armando los espacios para las distintas funciones por etapas y de acuerdo a una previsión de garantía de los requerimientos más urgentes.
El terreno sobre el que se levantará el cuartel es hoy un baldío tapialado. Su principal ventaja es la ubicación, con una salida accesible para las motobombas hacia distintos puntos de la ciudad.
Acuerdo preliminar
Luego que se apruebe el legajo municipal con la dirección municipal que corresponda, instancia en la que está el desarrollo, se pasará al cálculo de estructura, el estudio de suelo, las fundaciones (pilotes o cimientos normales), cálculo de materialidad, de iluminación, hidrotermia y el hidráulico. Esto es, todo el corpus técnico que se requiere para una edificación segura y eficiente.
La evaluación del anteproyecto por parte de la Municipalidad ya se realizó y le seguirán unos 3 o 4 meses de trabajo, para hacer el estudio de suelo. “La muestra se hace de una semana para la otra, pero los ensayos progresivos que hay que hacerle llevan de 15 a 20 días. Con eso se pueden empezar a diseñar las fundaciones, porque dependen de la resistencia de la tierra, dónde esté la napa, para decidir entre las opciones de cimentación.
El cuartel tendrá un piso de hormigón armado allanado, que resiste el peso de autobombas cargadas con 10 toneladas de agua.
La idea es que esté aprobado el anteproyecto antes de fin de año. Saucedo señaló que una vez que este el legajo completo y que tengan también el cálculo de materiales comenzarán con una campaña de colecta de dinero y materiales.