Agencia CTyS-UNLaM
A días de cumplirse 173 años del combate en la Vuelta de Obligado, fue descubierta una carta en la que el general Lucio Mansilla detalla los nombres de los carpinteros y herreros que construyeron las baterías de cañones que actuaron de defensa frente a los barcos anglo-franceses que intentaban avanzar por las aguas del río Paraná, frente a las costas de San Pedro.
Por la curva que realiza el río Paraná en la Vuelta de Obligado y sus altas barrancas, dicho sitio era estratégico para establecer una defensa frente los barcos de aquellas potencias mundiales que contaban con la última tecnología militar.
El hallazgo de esta carta fue realizado por el Grupo Conservacionista José Luis Aguilar, del Museo de San Pedro, cuyos integrantes consideran pertinente escribir el apellido del general a cargo de la defensa de esta batalla con “c”, puesto que así firmaba él sus epístolas y así escribían su nombre quienes a él se dirigían.
“Esta carta del general Mancilla que aporta el dato inédito de los nombres y apellidos de los constructores de ese aparato de defensa, a quienes, por algún motivo, el comandante en jefe del Departamento del Norte tuvo necesidad de mencionarlos expresamente y los clasificó como carpinteros y herreros”, indicó el director del Grupo Conservacionista.
Aguilar comentó a la Agencia CTyS (Ciencia, Tecnología y Sociedad) de la Universidad Nacional de La Matanza el documento: “Se sabía que eran 21 cañones dispuestos en cuatro baterías, pero es la primera vez que se conocen los nombres de quienes tuvieron la responsabilidad de construirlas, de modo que, tal como lo hizo Mancilla hace 173 años, a partir de esta investigación, rendimos homenaje a estos 14 carpinteros y 3 herreros encargados de realizar este sistema de defensa”.
Las bases en las que estaban apostados estos cañones y donde trabajaban los artilleros y sus ayudantes estaban construidas con quebracho. Asimismo, delante de las baterías estaban dispuestos unos durmientes de madera en forma vertical para proteger a quienes cargaban la artillería.
“Pese a este sistema de defensa se produjeron numerosas bajas en aquella batalla”, comentó Silvina Carro, también integrante del equipo del Museo de San Pedro. Oficialmente murieron muchos más del lado de la Confederación Argentina que entre los atacantes de los barcos anglo-franceses. No obstante, y pese a que las fuerzas extranjeras terminaron superando la resistencia, el propio José de San Martín manifestó que el valor de dicha contienda era de tanta trascendencia como la emancipación ante España.
Según narran desde el Grupo Conservacionista de San Pedro, tres de las baterías de cañones disparaban desde las alturas de las barrancas, en tanto que la restante estaba ubicada sobre la playa con el propósito de impedir que los extranjeros cortaran las cadenas que impedían el paso por el río Paraná.
Tras varias horas de batalla, aquel 20 de noviembre de 1845, los barcos anglo-franceses continuaron su camino por el río. No obstante, por el gran costo que implicaba a los invasores superar la resistencia de la Confederación, debieron retirarse del Río de la Plata poco tiempo después y aceptaron la soberanía argentina sobre los ríos interiores, sujeta a sus leyes y reglamentos.
Los 17 nombres
La carta original en la que Lucio Mansilla menciona a los constructores de las baterías de cañones se encuentra en el Archivo General de la Nación. El Grupo Conservacionista de San Pedro tiene y muestra una copia de la misma.
Seis días antes de iniciarse el combate, el general Mansilla incluyó dichos nombres en el parte con las novedades del día a la Comandancia de Juan Manuel Rosas, en Santos Lugares. “Es como si, al finalizar su informe, un impulso interior lo hubiera llevado a tomar otra hoja de papel y plasmar unas breves líneas y un puñado de nombres en la hoja”, consideró Aguilar.
El director del Grupo Conservacionista opinó que “como todo gran oficial, quiso dejar por escrito el reconocimiento a los 17 hombres que habían trabajado a destajo para armar las cuatro baterías de cañones en las barrancas del Paraná, en la costa de San Pedro”.
La nota con el reconocimiento a aquellos hombres por parte de su comandante fue enviada a Buenos Aires. Sin embargo, la historia se olvidó de aquel papel y esos nombres permanecieron ocultos… hasta hoy.
Para hacer este descubrimiento, el equipo del Museo de San Pedro digitalizó y analizó unos 700 documentos históricos correspondientes a la logística de la Guerra del Paraná, provenientes de seis colecciones diferentes, logrando descubrir detalles inéditos de los hechos de armas acontecidos en aquellas aguas entre 1845 y 1846.
El viejo papel se mantiene en perfecto estado y en él se lee: “Lista de los individuos Carpinteros y Herreros que han trabajado en la formación de las baterías, recomposición de cureñas y demás trabajos que se han ofrecido”.
A continuación, y en formato de un simple y claro listado, el comandante en jefe del Departamento del Norte, escribió con su pluma los nombres de esos 17 hombres, separándolos por oficios en carpinteros y herreros:
Carpinteros
Ramón Silveira – Isidoro Molina – Dionisio Chacón – Ponciano Godoy – Pedro Betancú – Juan Silveira – Carlos Márquez – Pedro Zamora – Gaspar López – Juan Saragoza – Alejo Villamayor – Francisco Vicar – Félix Machado – Simón Sueldo.
Herreros
Mariano Baró – Gervasio Granel – Antonio Gusmarán.
Para darle un cierre a su nota, el general colocó el lugar desde donde escribía, la fecha y su firma: “Baterías, noviembre 14 de 1845, Lucio Mancilla”.
Aguilar, quien detectó el listado de nombres escrito por Mancilla, comentó a la Agencia CTyS: “Los 17 hombres mencionados por Mancilla en su informe a Rosas tuvieron la enorme responsabilidad de montar, en las semanas previas al combate, cada una de las estructuras donde se instaló la artillería argentina y que actuaron de defensa frente al fuego de los cañones de los 11 barcos militares enemigos”.
Por su parte, Silvina Carro comentó: “Sin dudas, el hallazgo de estos 17 nombres, permitirá saldar una deuda histórica con estos tenaces trabajadores que tuvieron la responsabilidad de construir uno de los símbolos más fuertes de la lucha por la soberanía nacional. El reconocimiento hecho por Mancilla a sus 17 carpinteros y herreros acaba de concretarse 173 años después de la batalla”.
Eduardo Campos, Fernando Chiodini y Javier Saucedo completaron el equipo del Grupo Conservacionista que realizó este descubrimiento.