El microcentro de Rosario recibió, por fin, la puesta en funcionamiento de los carriles exclusivos en cuatro calles –San Lorenzo entre Moreno y Laprida, Laprida entre San Lorenzo y Pellegrini, Maipú, entre Pellegrini y Santa Fe; y Santa Fe, entre Maipú y bulevar Oroño– con un batallón de inspectores de tránsito, a razón de uno por cuadra y varios más en las “zonas calientes”, como la esquina de San Lorenzo y Laprida. También hubo grúas de Tránsito, además de personal del municipio dedicado a panfletear información sobre las nuevas normativas. Como sonido ambiente, una lluvia de silbatos en cada esquina persistió durante toda la jornada para advertir a los ciudadanos desconcertados, que no entendieron bien aún cómo conducir en las calles con carriles. Hubo también desconcierto en usuarios de colectivos por el cambio de algunas paradas. Con todo, y pese a que el nuevo sistema llegó precedido de polémica y quejas de comerciantes, la jornada se desarrolló con absoluta normalidad. Al final, no fue tan grave…
A las 8 de la mañana, el nuevo sistema de carriles exclusivos, que determina en algunas calles céntricas que el espacio de la derecha sea únicamente para el transporte público y relega a los autos particulares al costado izquierdo, comenzó con dos inconvenientes menores. Según señaló el secretario de Servicios Públicos municipal, Pablo Seghezzo, uno tuvo que ver con un volquete ubicado en zona de carril que una empresa había olvidado retirar, y el otro percance se debió a cuatro autos que se presume habían quedado mal estacionados (sobre el carril) desde la noche anterior y fueron removidos con grúas.
También se realizaron multas y advertencias en las calles transversales, que quedaron reservadas para carga y descarga de mercaderías. Esas arterias están remarcadas con verde. “Es para que quienes puedan realizar su trabajo lo hagan como corresponde”, explicó en declaraciones radiales el director de Tránsito, Herny Fabbro, apostado desde temprano en la zona, al igual que otros funcionarios relacionados directamente con el ordenamiento del tránsito de la ciudad. Es que había mucha expectativa por este debut que marca un antes y un después en la forma de conducir por ciertas calles del centro.
Una de las primeras conclusiones que saltó a la vista fue que hubo menos automóviles particulares que lo habitual. Habrá que esperar la evolución de los días para comprobar si la de ayer fue una excepción, porque muchos decidieron evitar las calles de la discordia, o si, como pretende el plan municipal, la gente decidió abandonar el vehículo para volcarse al transporte público.
A primera hora de la mañana un grupo de comerciantes y vecinos, en contra del nuevo sistema, se reunió en la esquina de Santa Fe y Maipú para pedir una prórroga de 90 días y regresar la iniciativa a debate con los comerciantes. No obstante, no cumplieron con la amenaza de cortar la calle a modo de protesta. Al respecto, Seghezzo recordó que se firmó un acta con la Asociación Empresaria de Rosario y consideró que hasta ahora “se han solucionado todos los problemas que se han planteado”. Sin embargo, el funcionario adelantó que durante esta semana continuarán con las reuniones para ajustar temas que vayan surgiendo.
Cabe recordar que el carril exclusivo obliga a que el margen derecho de la calle asignada sólo pueda ser utilizado por el transporte público: colectivos y taxis y remises ocupados con pasajeros. Por allí podrán pasar también transportes escolares, ambulancias, bomberos y policías en una situación de emergencia. Pero los autos particulares, las motos y las bicicletas, deben desplazarse por el carril izquierdo.