La aparición de una nota amenazante en un colectivo de la línea 153 estacionado en la puerta del galpón de la empresa Movi derivó la suspensión provisoria de la prestación del servicio. Ahora los choferes se encuentran reunidos con los delegados y aún no se definió si van a ir al paro.
Cerca de las 4.30 en la sede de la empresa Movi, ubicada en Provincias Unidas al 2500, más precisamente en el colectivo de la línea 153 interno 326 que estaba estacionado en la puerta del galpón, un chofer que fue a tomar servicio en esa unidad se encontró con una nota amenazante, contó una fuente policial.
El papel lo halló en el piso del coche, a la altura de la puerta. La fuente refirió que dicha unidad tiene una cámara interna.
Esta situación generó la reacción de los choferes que se replegaran en el galpón de la firma donde permanecen junto a los delegados para discutir las garantías necesarias para prestar el servicio y determinar los pasos a seguir.
Esta mañana los choferes se congregaron en la punta de línea para ver cómo seguían. Los que estabana por salir no salieron y los que estaban en la calle volvieron al galpón.
«Esto no es un paro, es una medida de retención de tareas para ver como se sigue. Estamos hablando de un transporte público sabemos que la ciudad de transporte no se pude quedar, pero necesitamos respuestas con mayor responsabilidad. Esto nos supera», detalló uno de los choferes.
Cerca de las 11 de la mañana se celebró una reunión en la sede local del gobierno provincial. Se fueron con la promesa de más controles aleatorios entre pasajeros y refuerzos nocturnos y en los galpones.
“Uno lamenta sabiendo que es una actividad neurálgica y los problemas que acarrea», dijo Sergio Mancini, de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), a la salida del encuentro. Confirmó que los delegados ya reorganizaban el trabajo en los galpones para que los colectivos vuelvan a la calle pero advirtió que no será rápido.
