Los paisajes de montaña son uno de los espectáculos naturales más lindos que tiene para ofrecer la geografía de la República Argentina y tienen el denominador de que son apreciados por su belleza escénica y también por su importancia ecológica debido a que juegan un papel fundamental en la regulación del clima.
A lo largo y ancho de nuestro país hay diversos paisajes de montaña con características peculiares que los hacen únicos, en esta nota a continuación se seleccionaron los cinco mejores ¡Echales un vistazo!
Cordillera de Los Andes
La cordillera de los Andes se extiende a lo largo de toda la frontera occidental de laArgentina y ofrece algunos de los paisajes de montaña más impresionantes del país. El Parque Nacional Los Glaciares, en la provincia de Santa Cruz, alberga el famoso glaciar Perito Moreno, así como numerosos picos y lagos de montaña.
La Quebrada de Humahuaca
Situada en la provincia de Jujuy, esta quebrada es un sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Ofrece paisajes de montaña espectaculares, con colinas multicolores y formaciones rocosas únicas como las Serranías del Hornocal.
La Patagonia
Esta vasta región en el Sur de la Argentina es un paraíso para los amantes de la montaña. El Parque Nacional Nahuel Huapi, el Parque Nacional Lanín y el Parque Nacional Los Alerces son solo algunos de los lugares donde se puede disfrutar de paisajes de montaña, bosques frondosos y lagos cristalinos.
Las Sierras de Córdoba
La provincia de Córdoba es famosa por sus hermosas sierras, que ofrecen numerosas oportunidades para el senderismo y la exploración de montañas. El Cerro Uritorco es uno de los destinos más populares en la región. También es muy popular la región de Traslasierra que cuenta con localidades icónicas como Mina Clavero, Nono y Villa Cura Brochero.
La región de Salta y Cafayate
Estas áreas en el noroeste de Argentina cuentan con montañas escarpadas, cañones y formaciones rocosas únicas. La Ruta 68 que conecta Salta con Cafayate es conocida por su belleza escénica y por contar con grandes figuras que simulan la fisonomía de un sapo, un obelisco y castillos.