La elección de la categoría diputados adquirió en estos comicios, con la implementación de la boleta única, una magnitud inusitada. Es que, según establece la Constitución santafesina, el ganador de la compulsa se queda con 28 de los 50 escaños en juego en la Cámara baja, mientras que los 22 restantes se distribuyen por medio del sistema D’Hont de reparto proporcional de bancas de acuerdo a los votos obtenidos por cada fueraza política.
Con el sistema de boleta sábana, el ganador de la categoría gobernador obtuvo siempre la mayoría en Diputados. En cambio, en las primarias del 22 de mayo la precandidata a la Cámara baja por el Frente Santa Fe para Todos, María Eugenia Bielsa, fue la más votada no sólo de su categoría sino de todos los postulantes santafesinos, lo que abrió un gran interrogante en el Frente Progresista.
El oficialismo lleva como primer candidato a diputado al socialista Raúl Lamberto, actual jefe de esa bancada en la Cámara baja. El dirigente basó su campaña en la necesidad de que los que voten a Antonio Bonfatti como gobernador, también lo hagan con él como legislador.
El temor que anida en las huestes del Frente Progresista es que, ante un eventual triunfo de Bonfatti, la Legislatura quede en sus dos cámaras –diputados y senadores– en manos de la oposición.
Actualmente, el Senado provincial cuenta con 13 representantes del PJ y 6 del oficialismo, de los cuales sólo uno es socialista, el rosarino Juan Carlos Zabalza. En el Frente Progresista están confiados en que los resultados de este domingo equilibren la relación de fuerza en la Cámara alta, aunque nadie se anima a vaticinar cómo quedará conformado el próximo Senado.
En tanto, el PRO y Proyecto Sur llegan a las elecciones de hoy con la expectativa de conseguir algún escaño en Diputados, en las listas que encabezan Norberto Nicotra y Carlos Del Frade respectivamente.