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Los espectáculos de drag queen se convierten en el nuevo objetivo de la ola conservadora en EEUU

Los sectores de la ultraderecha denunciaron que los espectáculos públicos son "inapropiados" y "sexualizan a los niños", una idea que fue desmentida por la ONG Glaad, donde sostuvieron que los políticos extremistas no pueden "decidir qué es el arte ni en tratar de controlarlo"

Por Marianela Mayer – Agencia Télam

Tras la derogación del derecho al aborto en EEUU, los congresistas conservadores multiplicaron las propuestas legislativas que buscan restringir los espectáculos públicos de drag queen por considerarlos «inapropiados» para menores, unas medidas que sus detractores califican de discriminatorias e intimidantes hacia la población LGBTIQ+ y podrían amenazar sus derechos de manera generalizada.

Una primera ley anti-drag fue aprobada a principios de marzo en el sureño Tennessee, pero su aplicación -prevista para el 1 de abril- fue suspendida temporalmente por un juez federal tras estimar que la normativa era «vaga y demasiado amplia» y afectaba el derecho a la libertad de expresión.

«Si Tennessee desea ejercer su poder policial para restringir el discurso que considera obsceno, debe hacerlo dentro de las limitaciones y el marco de la Constitución», escribió en su fallo el magistrado. La ley prohíbe que en espacios públicos o lugares donde pueda haber niños
haya «actuaciones de cabaret para adultos» hechas por «bailarinas en topless, gogó, strippers e imitadores masculinos o femeninos que ofrezcan espectáculos que apelen a un interés lascivo».

Su incumplimiento, considerado un delito menor o grave si es reiterado, contempla una sanción de 2.500 dólares y hasta un año de cárcel. Esta restricción es la primera de una veintena de proyectos similares que están tratándose en otros 13 estados, en su mayoría gobernados por republicanos, según un reporte de la ONG defensora de las diversidades Glaad.

La mayoría de ellos comparte un lenguaje similar a la normativa de Tennessee, pero algunos van más allá y califican a los infractores de «delincuentes sexuales» -sancionados con al menos 10 años de prisión- o designan a los establecimientos que organicen estas actuaciones como negocios «de orientación sexual», por lo que deberían ubicarse a distancia de escuelas o áreas residenciales.

«Incluso antes de que se aprueben este tipo de proyectos o las leyes entren en vigencia, tienen un efecto desagradable y escalofriante en los artistas, los espectadores y las empresas», dijo a Télam Sarah Kate Ellis, presidenta de la asociación. «Los políticos extremistas no tienen cabida en decidir qué es el arte ni en tratar de controlarlo», agregó.

Estas iniciativas tienen su origen en un contexto de mayor visibilidad del drag en el país, con el éxito televisivo del reality RuPaul: Carrera de
Drags o la creciente popularidad de las Horas de Cuentos Drag, sesiones de lecturas de historias infantiles realizadas por artistas drag, cuyo fin es brindar a los niños «modelos a seguir descaradamente queer».

Si bien la participación a las mismas es voluntaria, se han convertido en objeto de ataques de grupos de extrema derecha como los Proud Boy, que asisten armados para intimidar a los asistentes, como sucedió en el nororiental Ohio en diciembre pasado, o les gritan insultos homófobos, como hicieron en una biblioteca de los suburbios de Washington el pasado febrero.

Al igual que las propuestas anti-drag, estos ataques se intensificaron en todo el territorio, con 161 registrados desde principios de 2022 -20 de ellos este año-, según el último balance de Glaad.

«Si el drag no estuviera arraigado en la cultura gay y en la comunidad queer, no creo que estuviera en debate», dijo a la prensa el director
ejecutivo de las Horas de Cuentos Drag, Jonathan Hamilt.

«Nadie está prohibiendo los payasos, nadie está prohibiendo la mímica. Esto no es nada nuevo, esta es solo la versión 2023 de cómo se ve la homofobia», sentenció.

Estos discursos son aupados por medios de derecha, como la cadena Fox News o el portal The Daily Wire, y cuentas de la ultraderecha en redes sociales, como la anti-LGBTIQ+ Libs Of TikTok. Según un informe de la organización Media Matters, que monitorea la desinformación en EEUU, estos medios dieron noticias tergiversadas sobre el drag en las semanas previas a varios de estos ataques, afirmando falsamente
que «quieren sexualizar a los niños».

Este argumento también es empleado por los impulsores de estos proyectos: «Se trata de proteger a los niños de nuestra comunidad de algo que es dañino para ellos», dijo a periodistas el legislador republicano de Tennessee Chris Todd, quien afirmó que esta ley no es «anti-drag», sino similar a aquellas que prohíben a menores ir a un club de striptease.

No obstante, sus detractores rechazan este tipo de acusaciones y afirman que este tipo de propuestas son «discriminatorias» contra la población LGBTIQ+.

«Las chicas que trabajan en (la cadena de restaurantes) Hooters usan mucha menos ropa que mis artistas. Y Hooters tiene un menú para niños», manifestó al diario El País Josh Cloud, dueño del Big Drag Bus, un partybus con actuaciones drag. También sostienen, tal como dictaminó la justicia en su sentencia, que estas medidas atacan el derecho a la libertad de expresión.

De hecho, la Corte Suprema dictaminó en reiteradas ocasiones que las opciones de vestimenta son una forma de expresión protegida
constitucionalmente bajo la Primera Enmienda. «Nos preocupa que los funcionarios de Tennessee puedan abusar fácilmente de esta ley para censurar a las personas en función de sus propios puntos de vista subjetivos de lo que consideran apropiado», dijo a Télam Stella Yarbrough, directora legal de la filial local de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU), la organización defensora de los derechos civiles más importante del país.

Según explicó, durante el debate legislativo varios políticos atacaron brutalmente a las personas trans, al afirmar que ser transgénero era una
«ficción» y que Dios maldeciría a quienes apoyen sus derechos.

De ahí, el temor a que los funcionarios envíen un mensaje a la población LGBTIQ+ de Tennessee de que no son bienvenidos en el estado.
«Pero queremos ser claros, esta ley no hace que sea ilegal ser trans públicamente o actuar como drag en Tennessee. Ser trans y actuar como drag no constituye obscenidad, independientemente de lo que piensen algunos de nuestros legisladores», apuntó.

Sin embargo, la ambigüedad del lenguaje empleado en la normativa llevó a la compañía de teatro drag Amigos de George a presentar una denuncia en su contra, al considerar que causaría un efecto «escalofriante» en las actuaciones artísticas, que podrían optar por autocensurarse.

«Si un restaurante ofrece un brunch drag para mayores de 18 años y los niños pasan caminando y lo ven a través de las ventanas, nada impide que los artistas drag sean acusados en virtud de este estatuto», sostuvieron.

En la próxima semana, salvo una extensión de la orden de suspensión, la corte tendrá una audiencia para determinar qué acciones se tomarán a continuación. No obstante, se desconoce si se otorgará una orden judicial permanente o si el estado de Tennessee apelará la decisión del Tribunal de Distrito.

«Un pequeño número de extremistas está decidido a hacernos retroceder con una legislación peligrosa en un intento desesperado y fallido de empujar a las personas a los armarios. El mundo ha avanzado y es un lugar más libre y alegre con la aceptación de las personas LGBTIQ+ en continuo aumento», dijo la directora de Glaad y concluyó: «A medida que más estadounidenses conozcan a nivel personal a las personas LGBTIQ+, continuaremos generando apoyo para nuestra comunidad y estos viles proyectos de ley no avanzarán».

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